Se queda con las mansiones

El ex Beatle, de 64 años, ha aceptado un acuerdo extrajudicial por el que quien fue su esposa durante cuatro años se quedará, entre otras cosas, con la lujosa mansión del músico en el barrio londinense de St. Johns Wood, y la que posee en Beverly Hills (Los Angeles).

McCartney ha aceptado ese trato porque quiere evitar a toda costa la publicidad que rodearía a un eventual proceso judicial, dice el periódico, según el cual sus hijas Stella, de 35, y Mary, de 37, están furiosas porque les habría gustado que su madrastra quedara desacreditada ante un tribunal.

El acuerdo implica, según el dominical, que McCartney no podrá denunciar públicamente las acusaciones de malos tratos lanzadas contra él por los abogados de Heather Mills.

Los artífices del acuerdo son los mismos abogados que resolvieron pacíficamente los divorcios del príncipe de Edimburgo y de Diana de Gales: Anthony Julius y Fiona Shackleton.

Sin embargo, dice el "News of the World", el acuerdo entre McCartney y Mills vale casi el doble que el de los príncipes ya que Diana sólo obtuvo 17 millones de libras (25 millones de euros al cambio actual) en 1996.

La fortuna de Paul McCartney se calcula en 825 millones de libras (unos 1.221 millones de euros).