Un policía niega amenazas a la acusada del accidente de Blasco Ibáñez para que se sometiera a la prueba de alcoholemia

Un nuevo agente de Policía que ha acudido a declarar en el juicio por el accidente registrado en la Avenida Blasco Ibáñez de Valencia en noviembre de 2010, que se saldó con dos jóvenes fallecidos y otros herido, ha negado que se amenazara a la acusada para que se sometiera a las pruebas de alcoholemia. Es más, ha defendido que había un "clima de cordialidad".

Un nuevo agente de Policía que ha acudido a declarar en el juicio por el accidente registrado en la Avenida Blasco Ibáñez de Valencia en noviembre de 2010, que se saldó con dos jóvenes fallecidos y otros herido, ha negado que se amenazara a la acusada para que se sometiera a las pruebas de alcoholemia. Es más, ha defendido que había un "clima de cordialidad".

Este policía se ha pronunciado en estos términos durante su declaración, en calidad de testigo, en el juicio que se sigue contra la joven B.G.S., quien se enfrenta a cuatro años de prisión, tal y como solicita la fiscal, por dos delitos de homicidio por imprudencia grave, un delito de lesiones por imprudencia grave, y un delito de conducción con temeridad. Asimismo, en el proceso también figura como acusado su padre, en calidad de responsable civil subsidiario, ya que es el dueño del coche siniestrado y el titular del seguro.

Esta es la tercera jornada de juicio. La primera comenzó hace dos semanas, cuando declaró la acusada y afirmó que ese día "solo" tomó dos tercios con una amiga y destacó que no conducía "en plan loca" saltándose semáforos. Pese a estas afirmaciones, la fiscal recoge en su escrito de calificación que la joven se saltó 8 semáforos en rojo y que el resultado de la prueba de alcoholemia le arrojó un resultado de 0,35 miligramos de alcohol, cuando lo permitido para su caso eran 0,15, ya que se trataba de una conductora novel.

Asimismo, durante su declaración, la acusada relató que un agente le sacó un papel y le dijo que lo tenía que firmar para hacerle una analítica de alcohol en sangre. "Me dijo que si no lo firmaba, iría al calabozo y pasaría allí la noche", y "me habló de un delito". "Me decía que era un delito y accedí, con el consentimiento de mi padre", afirmó. "Nos sentimos coaccionados", insistió.

Frente a estas afirmaciones, uno de los policías que atendió a la joven y estuvo presente durante las pruebas de alcoholemia, ha negado estos extremos y ha señalado que la acusada mostró en todo momento su "total colaboración" y había "un clima de cordialidad", incluso con su padre.

También ha negado que se le nombrara la palabra "calabozo", puesto que, entre otros motivos, ha indicado que ellos no tienen calabozo y que, por tanto, no la podían llevar allí. Así, ha explicado que cuando le pidieron que se sometiera a la prueba de alcoholemia, se le advirtió de que de no aceptar, podría incurrir en una infracción o en un ilícito penal, en un delito. "Es lo que hacemos en todos los casos", ha señalado.

"En accidentes de tráfico siempre seguimos el mismo protocolo, y los delitos relacionados con este tema siempre los instruye la Policía Local. Hay un protocolo que establece hacer diligencias y dejar a la persona implicada en libertad", ha dicho, y ha insistido en que "no se habló nada de calabozos".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento