El abogado Carlos Slepoy, que impulsó la causa por la que la juez argentina María Servini ordenó detener a cuatro antiguos miembros de las fuerzas de seguridad españolas por crímenes del franquismo, ha afirmado tras entrevistarse con el juez Pablo Ruz que "España se ha convertido en refugio de criminales". Así lo ha dicho en declaraciones a los periodistas tras reunirse con el juez de la Audiencia Nacional que tramitará, una vez que Argentina la formalice, la extradición de los dos querellados que quedan vivos: el ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar y el exinspector Juan Antonio González Pacheco, alias 'Billy el Niño'.

La Fiscalía española se ha pronunciado en contra de la detención de estas dos personas y por ahora el juez se ha limitado a localizarlos, lo que ha criticado Slepoy ya que tanto la ley de extradición como los convenios entre España y Argentina "establecen taxativamente que cuando llega una orden internacional de detención las personas deben ser puestas en un término de 48 horas a disposición del juez de guardia".

El abogado ha reiterado que se debía haber detenido a los querellados o haber dictado contra ellos una medida cautelar, dado el riesgo de fuga que existe. Ha afirmado que si la Audiencia Nacional decide no extraditar ni juzgar en España a los dos querellados quedará "muy claro" que "el único refugio que les queda es España, lamentablemente el lugar donde cometieron sus crímenes".

Tras reunirse con Ruz durante alrededor de una hora, Slepoy ha explicado que el juez les citará a declarar para comunicarles el proceso de extradición en curso y se ha mostrado convencido de que "naturalmente" se pondrán "trabas" al proceso.

"Sabemos que en estos procedimientos hay trabas de los gobiernos, pero somos sumamente optimistas con respecto al desarrollo de la causa", ha apuntado.

Para Slepoy, el "único refugio" que tienen estas personas es España, ya que "en cualquier lugar que se los encuentren van a ser detenidos y extraditados a Argentina".

"Esto reforzará más la idea de que existe una increíble impunidad en España, un país cuya justicia fue pionera en aplicar la justicia universal, y sin embargo cuando le ha tocado juzgar los crímenes cometidos contra sus propios ciudadanos es incapaz de hacerlo".