Gabriele Finaldi (Museo del Prado): "El desarrollo cultural de España ha tenido arranque de caballo y parada de burro"

Defiende junto a Laszlo Baan el "monopolio de la autenticidad" de los muesos
Finaldi (i) y Baan, en el hay Festival
Finaldi (i) y Baan, en el hay Festival
EUROPA PRESS
Finaldi (i) y Baan, en el hay Festival

El director adjunto de Conservación e Investigación del Museo Nacional del Prado, Gabriele Finaldi, ha señalado este sábado que la cultura en España ha dejado de ser la prioridad que fue en tiempos de bonanza, lo que obliga a centrar esfuerzos en defender su importancia en estos tiempos de crisis económica y de valores.

"El desarrollo cultural del país ha tenido arranque de caballo y parada de burro", ha indicado este londinense, conservador de pintura italiana y española en la National Gallery antes de incorporarse a la plantilla del Prado.

En una conversación sobre el presente y el futuro de los museos con el director del Museo de Bellas Artes de Budapest, Laszlo Baan, moderada por el director adjunto de comentarios de 'The Telegraph', Tom Chivers, y celebrada en el marco del Hay Festival de Segovia, Finaldi ha incidido en que estos centros han de estar en el "meollo" público en estos momentos, pues aportan su capacidad para interpretar el pasado y para identificar, basándose en épocas anteriores, lo que puede ayudar en el futuro.

El director del principal museo en España, y uno de los más visitados en el mundo, ha reconocido que esta "importante" aportación resulta muy difícil de cuantificar en términos económicos y, por tanto, de defenderla ante las instituciones políticas, si bien ha incidido en la necesidad de promover las ventajas no sólo entre éstas, sino también entre la sociedad y los patrocinadores, que pueden contribuir en los objetivos de los museos.

En la misma línea, Laszlo Baan ha coincidido en la importancia de que los beneficios de estos espacios artísticos calen entre los ciudadanos. Junto a sus ventajas para el turismo, con el consiguiente impacto económico, el director del centro húngaro ha reivindicado su papel en la futura civilización europea, que según ha dicho "no augura nada bueno de aquí a diez o veinte años".

"Llevamos mucho tiempo de inestabilidad. ¿Qué haremos con nuestro acervo cultural, cómo daremos forma nuestra identidad para dar forma a nuestro futuro?, ¿qué haremos con nuestras estructuras? La cultura es muy importante en ellas", ha redundado en declaraciones recogidas por Europa Press.

Baan ha advertido de que la política es un "trabajo a corto plazo" y que por ello las autoridades rechazan aquello que no genera beneficio inmediato, de ahí la relevancia de aportar argumentos que demuestren que un proyecto cultural puede reportar ventajas en ese corto plazo.

"Los políticos sólo ven las cifras, no la importancia externa de la cultura, y les gustan los proyectos de grandes dimensiones", ha dicho este director, quien ha asegurado no obstante que en Hungría la institución que representa ha logrado apoyo de medio millón de euros para una iniciativa que espera convertirse en un referente turístico y doblar la cifra de 2,5 millones anuales de visitantes que tiene Budapest.

La autenticidad,

Algo "único"

Ambos responsables han defendido los muesos como "custodios del pasado", conservadores de valores e instrumentos para la educación, ideales todos ellos que justifican su existencia desde los inicios, aunque han remarcado como su principal baza esa "experiencia única" de permitir el cara a cara de los visitantes con obras auténticas.

"Nosotros tenemos el monopolio de la autenticidad. Las imágenes que se puedan ver en Google se quedan cortas y la experiencia del encuentro con lo auténtico pasa por tener presencia en un museo, y eso es lo que nos va a servir en el futuro", ha advertido Baan, que ve en esta característica un "verdadero tesoro".

Gabriele Finaldi ha añadido además que los espacios museísticos sirven como punto de encuentro en el que quedan al margen las tensiones políticas y ha resaltado en este sentido lo vital que resulta que éstos se muevan en espacios internacionales, pues al fin y al cabo la materia que exhiben es internacional.

El responsable del Prado ha explicado que su institución se esfuerza por llegar, además de al público y los medios de comunicación, a entidades extranjeras, puesto que de esta forma puede ganar prestigio para el país y favorecer las relaciones internacionales.

Visión ante la crisis

Ante el futuro en un entorno marcado por la crisis, ambos directores se han mostrado optimistas. "Sí lo soy, y por eso trabajo en un museo", ha señalado Finaldi, quien ha destacado el objetivo del Prado de ser un lugar que no se visite dos veces en la vida, algo que se intenta cambiar desde hace diez años a través de exposiciones temporales y complementarias que pretenden transmitir a los ciudadanos que se perderán algo importante si no acuden al Museo.

Este director ha manifestado que la cifra de visitantes ha caído mucho en el último ejercicio, que la gente prefiere dedicar su dinero a otras cosas, de ahí la importancia de que los centros culturales se adapten a las nuevas circunstancias. Aunque ha incrementado el precio de las visitas, el Prado mantiene la entrada gratuita en las dos últimas horas de apertura, según ha precisado.

Para Baan, la crisis ha cerrado muchas puertas, pero ha abierto otras, y es a ellas a las que hay que recurrir. "Nos tenemos que manejar en el nuevo mundo del IPhone y conseguir que la gente venga a ver Las Meninas o un Rembrandt", ha expresado.

En este nuevo marco, para el director del museo español, cuya colección y edificio pertenecen al Estado, el Prado deberá basar su modelo en la financiación público-privada.

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