La autonomía universitaria y la financiación centran la lección inaugural de la US

La Universidad de Sevilla (US) ha inaugurado este sábado oficialmente el curso académico 2013-2014, con un solemne acto celebrado en el Paraninfo y en el que tanto el rector, Antonio Ramírez de Arellano, como el profesor Ángel López en la lectura de la lección inaugural, han protagonizado una reivindicación de la autonomía universitaria y una apuesta por las personas en estos tiempos difíciles. Ambos dedicaron también un emotivo recuerdo a Rosario Valpuesta, primera rectora de una universidad andaluza y fallecida recientemente.
Lección inaugural de la US.
Lección inaugural de la US.
US/EUROPA PRESS
Lección inaugural de la US.

La Universidad de Sevilla (US) ha inaugurado este sábado oficialmente el curso académico 2013-2014, con un solemne acto celebrado en el Paraninfo y en el que tanto el rector, Antonio Ramírez de Arellano, como el profesor Ángel López en la lectura de la lección inaugural, han protagonizado una reivindicación de la autonomía universitaria y una apuesta por las personas en estos tiempos difíciles. Ambos dedicaron también un emotivo recuerdo a Rosario Valpuesta, primera rectora de una universidad andaluza y fallecida recientemente.

Al acto de apertura asistieron los rectores de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Vicente Guzmán, y de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), Juan Manuel Suárez Japón. Ramírez de Arellano ha centrado su discurso en la reivindicación de la autonomía universitaria entendiéndola "no como un privilegio corporativo, sino como una auténtica necesidad social; como defensa y protección de una sociedad más libre, culta y desarrollada". La autonomía, a su juicio, es un derecho y un valor constitucional que protege las libertades de enseñanza, de estudio y de investigación. "No es un objetivo en si misma, sino una condición esencial para el éxito y la excelencia de la universidad".

La igualdad de oportunidades

Así, ha manifestado su temor ante la posibilidad de que la "grave crisis económica y financiera que padecemos sirva para recortar o eliminar definitivamente los derechos consolidados (como las becas) y para voltear un modelo de educación superior pública basado en la igualdad de oportunidades". En ese sentido, ha puesto de relieve que en los últimos 15 años no se ha creado ninguna universidad pública en España, mientras que el número de universidades privadas se ha duplicado. "Los universitarios somos conscientes de que debemos mejorar, de que son necesarias reformas para adaptarnos a unos tiempos acelerados donde los cambios sociales y económicos se producen de forma vertiginosa", y animó a que fueran los propios universitarios los que, en ejercicio de su autonomía y su responsabilidad social, impulsaran desde dentro los cambios necesarios.

La preocupación prioritaria por las personas fue otro de los temas tratados por el rector en su discurso. "Todo lo que afecte a los estudiantes, como las tasas, la política e becas o los sistemas de acceso y permanencia, se convierte de inmediato en el tema crítico para la universidad". Señaló que trataba de ponerle rostro a los miles de estudiantes que este año se quedarán sin beca y "a la injusta e incomprensible situación que viven los docentes e investigadores universitarios".

Gesto con la universidad de granada

Tuvo Ramírez de Arellano unas palabras de reconocimiento hacia el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, que intervino en el acto de apertura de curso, "por continuar un año más en el ranking de las 400 mejores universidades del mundo".

La lección inaugural de la apertura de curso de la Hispalense, 'La autonomía universitaria', ha corrido a cargo del catedrático de Derecho Civil de la US y expresidente del Parlamento de Andalucía, Ángel Manuel López, que se ha remontado a los conceptos de universidad señalados por Francisco Giner de los Ríos, José Ortega y Gasset y Ángel Latorre para justificar sus asertos.

Bajo la premisa de que "la universidad ha nacido de la resistencia y del triunfo de la razón", López subraya que una sede universitaria no autónoma "no es una universidad", puesto que, citando a Francesc de Carreras, "la autonomía de las universidades es funcional, para garantía de la libertad académica", y "la perversión del concepto de autonomía viene en función de un uso generalizado en sus decisiones del principio democrático, lo que significa la vulneración del principio mismo, porque deja en manos de titulares de intereses corporativos el ejercicio de potestades que afectan a los intereses generales".

La financiación universitaria

"Habida cuenta de que la universidad no puede autofinanciarse, como no sea con precios públicos exorbitantes o con la entrega sumisa a las exigencias del mercado, que hagan de la educación en la universidad un privilegio de los pudientes, dicha autonomía debe venir fundamentada en la aportación de fondos público", recuerda el catedrático de la US.

Asimismo, la planificación de la investigación "ha de responder a las necesidades del país". En suma, "sin una adecuada conjugación entre la planificación pública y la autonomía universitaria, que no haga dimitir a una y a otra a manos de las fuerzas del mercado, estaremos consumando la destrucción del saber en tiempos de paz", ha expuesto.

Defensa de la autonomía universitaria

Para López, es "manifiestamente inconstitucional, precisamente por atentar a la autonomía universitaria", pretender que no sea la propia universidad la que elija a sus máximos responsables, por lo que "hace falta no poca demagogia para decir, como se ha dicho, que el confiar a cada universidad la elección de su rector y de los órganos de gobierno es pretender que ella tiene como únicos propietarios a los miembros del campus, penoso argumento que conduciría a que no se pudieran elegir los alcaldes por los vecinos del municipio, dados que no son los únicos propietarios del término, los únicos destinatarios de las actividades, y los únicos titulares de intereses que gestiona el ayuntamiento".

Con semejante "bizarría", agrega, lo que se pretende legitimar es "una supuesta elección por concurso de méritos, controlado por las autoridades políticas, o bien de designación directa por parte de ellas, en órganos superpuestos a la universidad pero que determinan su gobierno; la coartada de legitimación última de este insólito modelo es que la universidad necesita un control social y que éste se ejerce a través de la política determinada por la democracia representativa".

"Semejante dislate sólo puede ser sostenido por los intereses hegemónicos de grupos de poder del tipo que sean, y precisamente para evitar ese control es por lo que la Constitución consagra la autonomía universitaria y determina que su gobierno ha de hacerse dentro de los estatutos legítimos de la misma, y autonomía estatutaria es ante todo autonomía organizativa", subraya el catedrático de Derecho Civil.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento