El presidente del Consejo General de Colegios de Economistas, Valentín Pich Rosell, ha afirmado que el bienestar de la ciudadanía dependerá de lo que se haga en los próximos meses y de las propias "fuerzas" de España, donde aboga por seguir con las reformas para mejorar la situación económica.

Pich Rosell se ha expresado momentos antes de participar en una sesión del Aula José Berbel que organiza la Escuela de Negocios de la Fundación San Pablo CEU de Castilla y León, en cuyo marco ha pronunciado la conferencia 'Reflexiones alrededor de la situación económica y sus aspectos sociales'.

En este marco, el presidente del Consejo de Colegios de Economistas, en declaraciones a Europa Press, ha señalado que a pesar de que todos los informes apuntan a tasas de crecimiento el próximo año en España, a pesar del cambio de tendencia "no va a suponer una mejora significativa" de la "lacra" que supone el paro.

Asimismo, cree aunque se espera desde hace tiempo una mejora del acceso a la financiación, fundamentalmente por una flexibilización a nivel comunitario, tampoco será una variable que "vaya a estar a la vuelta de la esquina" y, si se produce, "no lo hará de manera perfecta".

Por todo ello, considera que en España se depende mucho de sus "fuerzas" y considera que de lo que se haga en los próximos meses "dependerá mucho el bienestar de la ciudadanía y el conjunto de la sociedad".

Evitar que la gente se quede en la "cuneta"

Pich Rosell ha aseverado que, "desgraciadamente, hay que ir a la política de siempre", con un "replanteamiento total" de las políticas públicas enfocadas a facilitar el crecimiento, a la creación de riqueza, "única vía para ayudar a la gente que se puede quedar en la cuneta por estos desastres económicos".

Por ello, aunque sea un tema "recurrente", cree que hay que "profundizar" en todas las reformas que mejoren la financiación del sector público y faciliten la actividad económica y a los emprendedores, así como hacer un "sistema legal-social" enfocado al crecimiento.

"Aunque parezca un mantra muy pesado es lo único que hay porque las cosas pueden mejorar, no significativamente, pero pueden empeorar, puede haber problemas con las materias primas, por ello hay que confiar en nuestras propias fuerzas", ha insistido.

Precisamente en cuanto a las reformas, considera que se ha hecho "muchísimo" porque se ha logrado una concienciación, que es a su juicio "la parte más positiva", de que se vivía por encima de las posibilidades y de que la estructura productiva que se tenía "se ha ido".

Después, ha añadido, se han anunciado una serie de reformas, pero cree que se ha "empezado" ahora y en el caso de las pensiones lo que se ha logrado es concienciar y en la reforma laboral "se ha hecho algo, pero habrá que hacer más" porque cree que con una tasa de paro del 26 por ciento "seguro que las normas laborales no son la principal causa, pero algo deben tener".

Por su parte, en lo que se refiere al sistema impositivo, ha señalado que todo el mundo es consciente de que no se pueden seguir subiendo, mientras que en los cambios en educación, aparte de quejarse porque se dedica menos a investigación, "habrá que ver si lo que se destina a este fin se gasta bien y en qué", o en lugar de bajar sueldos de los docentes "linealmente" habría que plantearse si sobran o faltan.

Continuar con las reformas

"Hemos hecho lo más importante, que es arrancar", ha señalado Pich Rosell, quien cree que hay que continuar con las reformas para evitar un mayor "nivel de sufrimiento de partes importantes de población", la pérdida de oportunidades y el "empobrecimiento general".

En este marco, también cree que esta situación exige un cambio de mentalidad y, por ejemplo, los ayuntamientos deben de preguntarse si desde "el primer euro" que gastan está para ayudar, si facilitan la actividad económica y la vida a los ciudadanos, "es la principal preocupación, todo lo demás es supletorio", algo que cree que no se ha entendido "suficientemente".

En este marco, ha señalado que "desgraciadamente" se tiene un análisis "muy claro" de la situación, con unas administraciones públicas que han pasado de un endeudamiento sobre el PIB de menos de un 40 por ciento "prácticamente el año que viene al cien por cien, casi triplicado la deuda", mientras las familias deben "algo menos de dos veces y algo el producto nacional" y han empezado a desendeudarse "pero de manera muy dura".

Valentín Pich ha explicado que empresas y familias lo que hacen es "preguntarse ellas mismas qué pueden hacer para adaptarse a la realidad, bien entendido que la realidad no se va a adaptar".

Así, considera que el crédito no va a mejorar "significativamente" con el nivel de morosidad, incertidumbre, tasa de paro y reconversión del sector financiero actual y ha incidido en que el nivel de bancarización de la economía española es "muy alto", pero las empresas "lo han entendido" y tienden "a pasar cada vez más de los bancos" porque saben que cada año hay que renegociar los préstamos.