Bonnysa dejará de ser interproveedor de Mercadona en 2016, tras un período de "desenganche" progresivo de tres años, por los "diferentes puntos de vista" de ambas compañías respecto a la gestión de sus respectivas actividades y al "impulso de los proyectos futuros encaminados al desarrollo de las categorías gestionadas por Bonnysa".

Según informa la cadena valenciana de supermercados en un comunicado, ambas mercantiles han acordado finalizar de forma progresiva la colaboración comercial que mantiene la compañía de Juan Roig desde 2003 con su interproveedora de tomates, plátanos y otras frutas tropicales, desde este año hasta el ejercicio 2016, inclusive.

Ese "desenganche progresivo" está estipulado en los acuerdos de buenas prácticas comerciales firmados con los interproveedores y tiene como objetivo que "ambas empresas puedan adoptar sus nuevas decisiones de forma planificada durante dicho periodo".

En virtud de este compromiso, Mercadona reducirá gradualmente el volumen de sus compras a Bonnysa, que en 2016 dejará de ser interproveedor de la compañía pero "se mantendrá como proveedor".

Bonnysa, con sede en San Juan (Alicante), se fundó en 1956 y está especializada en el cultivo y comercialización de tomates y frutas tropicales, a los que se suma su proyecto más reciente, bajo la marca Chanita, dedicada a tomates y frutas deshidratadas, frutas frescas cortadas, pastas untables, zumos funcionales y recetas tradicionales envasadas en tarros, tarrinas y botellas.

Diez años como interproveedor de tomates y plátanos

En 1999 inició su relación con Mercadona y en 2003 se convirtió en interproveedor de tomates y plátanos de Canarias, a través de dos centros de maduración y envasado en Mutxamel (Alicante) y Granadilla de Abona (Tenerife). Posteriormente, inició la comercialización de piña, kiwi, papaya y mango.

Según las mismas fuentes, la mercantil alicantina cuenta con una producción superior a las cien toneladas anuales y una "amplia cartera de clientes".