En las comparecencias posteriores al discurso del presidente de la Generalitat, Artur Mas, previo al debate de política general que este jueves dará inicio en el hemiciclo catalán, Marta Rovira, la portavoz de ERC ha celebrado que Mas haya reafirmado públicamente su compromiso para que los ciudadanos de Cataluña "puedan decidir su futuro político en las urnas" y por haber remarcado que el proceso "no tiene marcha atrás" y que en 2014, ERC acompañará a Mas "en todo lo que esté en nuestras manos".

En la misma línea, ha celebrado asimismo el compromiso del presidente de "poner fin a los recortes sociales". 

El grupo socialista ha analizado el discurso de Mas agradeciendo, en primer lugar, que Mas no haya hablado solamente del "proceso soberanista" que a su parecer ha protagonizado "la vida política catalana de los últimos nueve meses".

El PSC en boca de Maurici Lucena, ha calificado la opción de declaración unilateral de independencia sugerida por el presidente en caso de no prosperar la consulta de "auténtica barbaridad" que pondría a Cataluña, España y Europa en una situación "muy compleja".

También han agradecido que Mas haya pronunciado por primera vez de manera clara la palabra "independencia" en lugar de "estado propio", porque este cambio léxico "va clarificando el debate".

La "obsesión por convocar una consulta ilegal que llevará a Catalunya a la división" ha sido el punto principal que ha destacado el grupo popular (PPC) en palabras de Enric Millo. Ha hablado de "incapacidad" del gobierno para gestionar las consecuencias de la crisis económica.

"Ha dedicado 45 segundos de su intervención a hablar del paro", lo que ha indignado al diputado popular catalán. "Vemos a un presidente sin proyecto que quiere ser el líder de la oposición al gobierno español y con capacidad cero de autocrítica", ha añadido el diputado.

El presidente ha reconocido que Cataluña camina "hacia una dimensión desconocida" y bajo la amenaza de unas elecciones anticipadas "si las cosas no se hacen como él quiere". Por lo tanto, indican que mañana "interrogarán" al presidente y "le apuntaremos el camino a seguir para salir de la crisis económica y para cómo plantear en términos positivos el diálogo con el resto de España".

Ha hablado "el presidente de los manifestantes en lugar del de todos los catalanes" y es un "insulto a todas las personas que no se manifiestan en ese sentido", ha concluido el portavoz popular, también diciendo que Mas "ha presentado ante el mundo una Cataluña de buenos y malos, de ganadores y perdedores. Nos parece un planteamiento intolerable, desilusionante y rayando la inmoralidad".

La portavoz de Iniciativa en el Parlament, Dolors Camats, ha remarcado que su partido político "comparte el debate por el derecho a decidir" esgrimido por Mas. Pero ha exigido que el Govern "ponga fin" a las decisiones unilaterales del presidente, a pesar de que "queremos votar cuanto antes, pero entre todos".

Camats ha señalado que ICV tampoco se ha reconocido en el relato de país que ha trazado Mas: "Dudamos de que conozca la vida de los catalanes que sufren las políticas del Govern. Nos sentimos ofendidos por este relato".

Ciutadans y Jordi Cañas se han mostrado preocupados "por el futuro político de Cataluña". "Mas ha perdido una oportunidad de oro para incorporar un debate sereno sobre la política catalana y en vez de frenar ha acelerado y en vez de dar marcha atrás ha puesto la directa", ha indicado Cañas.

Cree que Mas ha "dado un portazo al diálogo entre instituciones porque este presidente y ERC no quieren dialogar, quieren imponer". Y ha ido más allá: "Mas es un presidente bomba que amenaza con detonar la convivencia en caso de que se no se atiendan sus peticiones. Se ha enrocado en 2014, atrapado en su laberinto".

C's creen que "nunca como hoy se hace evidente la necesidad de construir una alternativa política en Cataluña" y éste es "un gobierno que ya no es la solución, es el problema".

Las CUP y su portavoz, Quim Arrufat, han lamentado un discurso demasiado centrado en la gestión de gobierno. "Mas ha pasado por encima" de los problemas que atraviesa esta sociedad. "En su relato cronológico ha olvidado diferentes episodios como que fueron los primeros en recortar el Estatut", ha afirmado Arrufat.

Este proceso de "mayorías claras" exige "determinación" y no sólo voluntad para defender el derecho a decidir, ha remarcado Arrufat.

"No hay nada que negociar con Madrid si no acepta la consulta" y tampoco aceptaremos "hipotecas de Madrid que comprometan el derecho a la consulta", ha dicho Arrufat, porque constituiría a su parecer el "fracaso del proyecto soberanista".