La presión migratoria sobre la ciudad autónoma de Ceuta ha duplicado durante los ocho primeros meses del año los niveles alcanzados entre enero y agosto de 2012.

Según los datos facilitados a Europa Press por la Delegación del Gobierno, hasta el pasado fin de semana lograron llegar a la localidad española un total de 874 indocumentados. Durante los dos primeros tercios del año pasado hicieron lo propio 395, mientras que en 2011 lo consiguieron 933.

En concreto, en lo que va de año han logrado entrar de forma irregular en la ciudad autónoma un total de 625 subsaharianos, 213 extranjeros de nacionalidad argelina y 36 oriundos de otros países como Vietnam.

Tras la entrada, este lunes, de 33 subsaharianos a la carrera a través del espigón fronterizo del Tarajal, cuya extensión tiene sobre la mesa el Ministerio del Interior para evitar que se pueda seguir rodeándolo a pie con la marea baja, en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) local, con una capacidad máxima operativa fijada en 512 plazas tras su última ampliación, permanecen acogidos 570 indocumentados.

Colaboración marroquí

El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, ha vuelto a "agradecer" esta semana la colaboración marroquí frente a la inmigración ilegal. En la última intentona masiva de entrada las Fuerzas de Seguridad del país vecino lograron, de hecho, impedir que cruzasen la frontera medio centenar de subsaharianos.

La Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta calcula que en las inmediaciones de la ciudad, con un perímetro fronterizo terrestre mucho más accidentado que el de Melilla y prácticamente impermeabilizado desde 2005, hay "entre 400 y 500" inmigrantes subsaharianos esperando su oportunidad de acceder a territorio español.

La de esta semana ha sido la primera entrada del año por tierra. Hasta agosto solamente se habían registrado intentos con éxito en embarcaciones de juguete, las conocidas como 'toys', que no suelen transportar a más de una decena de indocumentados. Durante las últimas semanas tres barcas hinchables de hasta nueve metros de eslora y equipadas con motor han trasladado a Ceuta a más de 30 inmigrantes cada una.