Elena C. hace dos años que se apuntó en la Agencia Municipal de Alquiler para arrendar un piso en la capital y aún espera que la llamen.

Mientras ella aguarda, en la Comunidad hay unas 350.000 viviendas vacías, el 12,5% del parque regional, que ya tiene 2.800.000 casas.

La agencia, como las bolsas de alquiler de la Comunidad, busca sacar pisos vacíos al mercado a precios razonables.

De momento, el empeño se salda con tan sólo 7.000 viviendas alquiladas en los últimos dos años.

La oficina del Ayuntamiento ha gestionado 3.781 viviendas desde diciembre de 2004.

Cifras similares registran las 19 agencias regionales, que han contratado 3.200 viviendas.

En total, 18.000 personas, jóvenes en su mayoría, las han ocupado.

En contra de expropiar

Por su parte, la Sociedad Pública de Alquiler, del Ministerio de Vivienda, apenas cerró 125 contratos en la región en 2005, su primer año.

En la región, el alquiler absorbe alrededor del 15% del mercado inmobiliario, según cifras del portal idealista.com.

¿Por qué es tan difícil convencer a los propietarios para que alquilen sus viviendas? "La ley de arrendamientos es demasiado garantista para el arrendatario.

A los dueños les da miedo verse atrapados en un contrato de cinco años mínimo con un inquilino que incumpla sus obligaciones", explican desde la Comunidad.

Ni en el Ayuntamiento ni en el Gobierno regional quieren oír hablar de la expropiación forzosa de viviendas vacías que baraja la Generalitat de Cataluña.

"Lo que hay que hacer es eliminar barreras para fomentar el aprovechamiento económico del propietario", aseguran fuentes de la Comunidad.

Mientras lo logran, jóvenes como Elena esperan a que el dueño de alguna de esas 350.000 casas vacías se decida a alquilarla a un precio aceptable.

Garantías para el arrendador

El gancho que las agencias públicas de alquiler ofrecen a los propietarios de vivienda para que las incorporen a su oferta es el de las garantías.

Ofrecen asistencia legal gratuita y aseguran al arrendador que cobrará hasta un año de renta en caso de impagos.

Además, se aseguran los daños sufridos en el inmueble.

A cambio, los dueños deben renunciar a parte del precio de mercado ya que las rentas que fijan estos organismos entre propietario e inquilino son entre un 15 y un 20% inferiores a las ordinarias.

Opiniones encontradas

"Tengo un piso de 40 metros cuadrados en la zona de Cuatro Caminos. Lo compré en 2004 pero lo he tenido alquilado porque me fui a trabajar a Ecuador hace año y medio. Mi inquilina se acaba de marchar y yo, al volver en mi visita anual a España, me he encontrado la casa hecha un desastre", afirma.

"Llevo dos días limpiando. Había comida podrida en la nevera y la pila estaba llena de platos sucios. Tendré que pagar la reparación de una filtración de agua al bar de abajo causada por el uso incorrecto del baño. No volveré a alquilarla. No quiero que esté nadie en mi piso. Da mucha rabia ver tu casa hecha una pocilga".

"Pensaba que con 650 euros (el tope que puedo dedicar a mi alquiler) encontraría un apartamento luminoso, en buenas condiciones y relativamente cerca del centro. Al poco de empezar la búsqueda me apunté a la Agencia Municipal de Alquiler; mes y medio después, aún no me han llamado", lamenta.

"Todo lo que he visto en precio eran pisos interiores, sin calefacción, en edificios hechos polvo, la mayoría estudios o con cocina-salón y, por supuesto, a más de media hora del centro. Además, me exigían un año de aval. Al final he tenido que recurrir a un conocido que me ha hecho precio especial. Nos están timando."