La nacionalidad que más abunda en el barrio (3.500 habitantes) es la marroquí (300 personas), seguida de la ecuatoriana (200 vecinos). IU denuncia que  el colegio se está convirtiendo en un «gueto» por culpa de la Consejería de Educación, «que no ha realizado ningún programa de integración». Según IU, los niños de la población autóctona se marchan a otros colegios del Carmen o al concertado de Barriomar. Además, IU denuncia otras carencias:

Lo que falla:

Infraestructuras: No hay resaltes que limiten la velocidad en la carretera de Alcantarilla y hay un cruce peligroso para el peatón en la salida de la autovía.

Jardines: No hay ni uno.

Sanidad: En el consultorio sólo hay dos médicos y una enfermera.

Deportes: Ni una instalación. Los niños saltan la valla del cole para jugar en él.

Seguridad: Denuncian que hay pandilleros y trapicheo junto al colegio.

El alcalde, Miguel Ángel Cámara, se defendió ayer recordando que con el soterramiento de la vía del tren se revitalizará la zona.