AMP La dirección del FIS asegura que no ha incumplido ningún contrato y cifra en 262.000 euros la deuda de Armonía

Cree que la cancelación del concierto de clausura no va a dañar la imagen del FIS y no va a afectar a su relación con las orquestas
El director del FIS y la directora ejecutiva, en rueda de prensa
El director del FIS y la directora ejecutiva, en rueda de prensa
EUROPA PRESS
El director del FIS y la directora ejecutiva, en rueda de prensa

La dirección del Festival Internacional de Santander ha defendido este martes su actuación, ha asegurado que no ha incumplido ningún contrato y ha rechazado las acusaciones de la empresa Armonía, a la que responsabiliza de la cancelación del concierto de clausura a cargo de la Orquesta Della Scala de Milán, un episodio que, no obstante, considera que no va a dañar la imagen del FIS ni va a afectar en el futuro a las relaciones del Festival con las orquestas.

Así lo ha señalado el director del FIS, Jaime Martín, tras asegurar que "va a quedar claro" que no ha sido un problema del Festival con la Scala de Milán sino de la agencia con la que el anterior director del FIS, José Luis Ocejo, contrató ésta y otras cinco actuaciones de la edición de 2013 en agosto de 2012, "en fechas próximas" a serle comunicado su cese, por importe de 595.000 euros más IVA.

A preguntas de la prensa, tanto Martín como la directora ejecutiva del FIS, Valentina Granados, han señalado que no han pensado en ningún momento en dimitir, puesto que "tienen muy claro" que su actuación ha sido correcta, y que se sienten "respaldados" por el Patronato del Festival.

Según han dicho, el Patronato "no estaba al tanto" de la entrega de pagarés por parte de Ocejo a Armonía por importe de 278.000 euros como medio de pago anticipado, una práctica inusual que supone pagar conciertos antes de que se celebren y contra la que el administrador del FIS ya efectuó un primer reparo en noviembre de 2011 que repitió en agosto de 2012. Según han señalado, Ocejo firmó estos pagarés cuando ya se le había notificado su cese como director del FIS.

En una rueda de prensa de más de una hora de duración, Martín ha asegurado que en la única conversación que ha tenido con Ocejo, su antecesor le reconoció que esa forma de pago "al FIS no le ayuda", pero sí al responsable de Armonía, Solín Melinte, un "buen amigo" sin el que el Festival "no se podría realizar".

RECLAMACIONES

En todo caso, Martín y Granados han confirmado que "se van a efectuar reclamaciones por pagos realizados y servicios no recibidos". "Hay que tomar medidas para resarcir al FIS de los daños sufridos", ha señalado la directora ejecutiva, quien ha cuantificado en 262.873 euros la deuda de Armonía y ha explicado que en la próxima reunión del Patronato, que espera se celebre "pronto", se "definirán responsabilidades, se valorarán los daños" y se plantearán los pasos legales a seguir.

La directora ejecutiva del FIS ha explicado que los cuatro contratos por importe de 595.000 euros más IVA firmados por Ocejo con el responsable de la Sociedad Musical Armonía y Viajes Armonía en agosto de 2012 para seis actuaciones de la edición de 2013, junto con los gastos que asume el FIS como el alojamiento y los traslados internos de los músicos, suponían un coste de cerca de 800.000 euros, "más dinero del que teníamos para gastar" en toda la edición, ya que la totalidad del gasto artístico para 2013 era de 711.000 euros.

En este sentido, ha defendido que la dirección del FIS pidió a Armonía la cancelación de algunas de esas actuaciones con el único afán de "no tener contratado nada que no pudiéramos pagar, ser realistas y no seguir aumentando la deuda del FIS", que a su llegada a la dirección era, según ha dicho, de dos millones de euros, con unos 700.000 euros en facturas pendientes de pago de ediciones anteriores, de los que 400.000 euros no contaban con previsión de ingresos, y pólizas de crédito que estaban "prácticamente al límite".

Granados ha destacado que en el documento de cancelación de actuaciones acordada con Armonía, se señalaba que los pagarés entregados a cuenta se aplicarían a los contratos de las actuaciones de apertura del FIS a cargo de la Royal Philarmonic Orchestra y de clausura a cargo de la Orquesta Filarmónica Della Scala, y que la Fundación Pública Festival Internacional de Santander "queda liberada de cualquier daño o perjuicio u obligación que pudiera derivarse de la renuncia de este contrato".

Por otro lado, ha reiterado que Melinte cobraba los pagarés antes de su vencimiento, incumpliendo el compromiso de prórroga recogido en los contratos firmados con Ocejo.

"A lo que ha destinado esos fondos no lo sabemos", ha dicho Granados tras explicar que ni la Scala ni la empresa que operaba el charter habían recibido las cantidades pactadas pese a haber sido cobradas por las empresas de Melinte, y que el FIS ha tenido que abonar directamente a la Royal más de 57.000 euros que no habían sido pagados por Melinte, para evitar la cancelación del concierto inaugural.

La directora ejecutiva ha dicho que, "quizá animado" por este último hecho, tras el concierto inaugural Melinte instó al FIS a atender el importe íntegro del desplazamiento de la Scala, unos 50.000 euros que Viajes Armonía adeudaba a la empresa que operaba el vuelo charter, y los honorarios de la orquesta pendientes de abono por importe de 95.000 euros, "con la amenaza de que de no hacerse efectivos dichos pagos el concierto podría cancelarse", propuesta que el FIS no aceptó.

Según la dirección del FIS, a día de hoy las únicas facturas pendientes de pago a Armonía ascienden a 5.000 euros, cantidad que el Festival no ha atendido porque ha recibido una diligencia de embargo sobre dicha sociedad de la Agencia Tributaria, y porque recientemente el FIS, "ante la amenaza de una demanda judicial", se vio obligado también a pagar una factura de 50.000 euros correspondiente a las representaciones ofrecidas por la ópera de Wallonie en la edición de 2010, que debería haber sido pagada por Armonía.

Defensa de los intereses del fis

Granados ha afirmado que la dirección del FIS ha actuado "en todo momento en defensa de las intereses del festival, condicionados por la difícil situación en la que se encontraba y siguiendo los criterios de rigor siempre obligados en la gestión económica, más especialmente cuando se trata de fondos públicos".

Por su parte, Martín ha negado las acusaciones de Melinte sobre la utilización del FIS para intereses personales, y ha explicado que se puso en contacto con la Royal porque en el contrato del concierto inaugural no figuraba ni el director ni el programa, lo que "nos causó preocupación".

Aunque el director del FIS cree que a quien va a afectar "a la larga" toda esta polémica es a Melinte y Armonía "pero no al Festival", Granados ha reconocido que ha sido "doloroso" y ha advertido que "quizás se está buscando un daño mayor al festival" con las declaraciones que está realizando Melinte. "Sentimos mucho todas las molestias para el público, esperamos que todo el mundo pueda entender que no hemos podido actuar de otra manera", ha finalizado.

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