"Si lo normal es que los chavales huyan de las primeras filas, mis alumnos se disputan las mesas más cercanas a mí".

No es sólo el interés por las lecciones de esta profesora del Centro Integrado de Formación Profesional en Nuevas Tecnologías José Luis Garci de Alcobendas, es por el frío.

Quieren estar cerca del único radiador eléctrico del aula.

Desde el inicio de las clases, el 25 de octubre, el edificio, que aún no ha sido inaugurado oficialmente, carece de calefacción y de teléfono.

El frío es el problema más acuciante para los 120 alumnos y para sus profesores.

Saltan los plomos

Los calefactores instalados en cada aula y despacho apenas alivian el problema y provocan que los plomos salten de vez en cuando.

"Hace mucho frío. En las clases menos, por los radiadores, pero para salir al pasillo o ir al baño hay que ponerse abrigo y guantes", dice un estudiante.

Tanto la Dirección del centro como Educación reconocen la carencia y culpan del retraso a la constructora, Dragados.

"Nos han asegurado que esta semana tendremos calefacción y teléfono. Yo se lo he pedido a los Reyes Magos", dice Ángeles Regueiro, la directora, que pasea por su recién estrenado edificio con abrigo y bufanda a la espera de que Dragados cumpla con su carta a los reyes.

Un centro de vanguardia

El José Luis Garci es un centro pionero.

Es el primero en Madrid que reunirá la formación profesional reglada, la de parados y la de profesionales de una materia, en este caso la comunicación (técnicos superiores en imagen, sonido, producción y realización).

A pleno rendimiento, en tres cursos, tendrá 600 alumnos.

Tiene estudio de televisión, de sonido, de fotografía y un salón de actos con 130 butacas.

Las clases empezaron en octubre porque "el edificio estaba terminado y la calefacción estaría lista antes del frío", explica su directora, Ángeles Regueiro.

La Comunidad busca fecha para que Garci pueda venir a inaugurarlo.