De momento la revisión es gratis, pero a partir de abril, los policías municipales podrán darnos el alto y un plazo de 15 días para que comprobemos si nuestro vehículo supera los niveles de ruido establecidos. Habrá que pagar, además, una tasa de 35 euros.

Paradojas de medición

Se puede arrojar niveles de ruido por encima de los 100 decibelios y estar dentro de la legalidad, o dar 75 y tener que pagar la multa de 90 euros. La explicación es que cada vehículo tiene permitido pasarse hasta 5 decibelios respecto a su nivel de homologación, y claro, unos salen de la fábrica con más y otros con menos nivel de ruido.

Las pruebas apenas duran 15 minutos, se realizan tres veces y después se comprueban los resultados con las tablas de vehículos.

Cuando llueva o el viento supere los cinco metros por segundo, no se molesten en ir hasta el centro de acústica porque no será posible realizarle las pruebas a su vehículo. La normativa exige que se lleven a cabo al aire libre y que no haya nada en cincuenta metros alrededor, con lo cual se está a merced de los caprichos de la meteorología.

Documentos ¿qué llevar?

1. El DNI o el permiso de conducir.

2. La tarjeta de inspección técnica del vehículo.

3. El permiso de circulación.

Las tasas se pagan antes, en la plaza de Santa Ana.

Horarios ¿dónde acudir?

Está en el Camino Viejo de Simancas y abre de lunes a jueves, de 9 a 14 horas y de 16 a 19 horas. Los viernes, de 9 a 14 horas.

La tasa es de 35 euros.

Teléfono de información: 983 22 47 64

La prueba ¿qué hacen?

Un sonómetro recoge a una cierta distancia y en un ángulo de 45 grados el ruido que emite el tubo de escape del vehículo a 2.500 revoluciones por minuto. Se realiza la prueba tres veces durante 10 segundos y se hace la media.