Eso ha hecho que el peso  femenino en la población laboral de la provincia se haya incrementado ligeramente. Si en 1997 las mujeres representaban el 40% del total de cotizantes a la Seguridad Social, ahora son el 43%, con lo que la paridad en el mercado de trabajo sigue un poco lejos.

Por su parte, los jóvenes han seguido una evolución similar al del total de contrataciones. La inscripción de menores de 30 años en la Seguridad Social ha subido un 46% desde 1997, porcentaje parecido al del global de cotizantes (44,6). De ahí que el peso de los jóvenes en el mercado laboral provincial siga siendo igual: 1 de cada 4 empleados.

El cuádruple de extranjeros

Frente a lo que sucede con mujeres y jóvenes, la contratación de extranjeros ha tenido un ascenso descomunal en el último decenio, en paralelo a la masiva llegada de inmigrantes a nuestras ciudades. Si en octubre de 1999 había inscritos en la Seguridad Social de la provincia 2.299 trabajadores extranjeros, siete años más tarde la cifra alcanzaba los 16.865, precisamente siete veces más afiliados que entonces. Una explosión laboral inmigrante que se sitúa a la cabeza de Andalucía, aunque parecida a la de otras provincias como Córdoba y Huelva. Sin embargo, Granada no es la provincia con más presencia de empleados foráneos. Málaga, con cerca de 70.000, lidera la estadística, seguida de Almería, con unos 50.000.