Las multas de alrededor de 2.000 euros con las que la Junta de Andalucía ha sancionado en los últimos años la tradicional 'Fiesta de la pava' que se celebra cada mes de febrero con motivo de la festividad de San Blas en Cazalilla (Jaén), han reducido la posibilidad de que este ritual vuelva a repetirse esta semana, cuando el pueblo celebrará el retorno de emigrantes con unas celebraciones en las que años atrás se volvía a lanzar una pava viva desde el campanario de la iglesia del municipio.

Así lo ha apuntado a Europa Press el alcalde de la localidad, Juan Balbín (PSOE), que se ha basado en "lo que escucha entre los vecinos" para aventurar que este año, al igual que ocurrió ya en 2012, tampoco se va a proceder al lanzamiento de la pava en las fiestas de agosto, si bien ha querido aclarar que la decisión final corresponderá a los vecinos, y él, en tanto que regidor, no puede participar en la misma.

En todo caso, el alcalde socialista sí se ha confesado partidario de proseguir con ese ritual y "fiel seguidor" del mismo, que provoca rechazo entre asociaciones protectoras de animales, porque, según ha señalado, ese lanzamiento "no supone ningún daño" para la pava.

Sin embargo, ha reconocido que el pueblo se está planteando limitarse a celebrar esa acción sólo en febrero, cuando el municipio celebra las festividades de sus patrones, San Blas y la Virgen de la Cruz, para "no acumular multas".

"La pava sale cara", ha lamentado Balbín, que ha incidido en la idea de que "los vecinos pueden rascarse el bolsillo para sufragar una multa, pero no dos, porque la situación económica está muy mal".

Igualmente, el regidor ha confirmado que, de materializarse finalmente el lanzamiento de la pava, éste se llevaría a cabo este próximo domingo día 18, que será el "día grande" de las fiestas que comenzarán este jueves día 15 en el pueblo y con las que se repiten las que se organizan en invierno con la idea de que los emigrantes que entonces no pudieron sumarse a ellas puedan vivirla ahora en agosto.