El FMI propone a España recortes salariales de hasta un 10% para crear empleo

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
EFE
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

El FMI dijo este viernes que sería beneficioso para España un pacto social en el que los empresarios se comprometan a aumentos de la contratación a cambio de recortes salariales que podrían ser hasta del 10%.

Esas medidas deberían ir acompañadas de una reducción de las contribuciones de las empresas a la seguridad social y de un aumento del IVA dos años después de los recortes salariales, según el informe anual sobre la economía española publicado este viernes por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pese a que el Fondo celebra la reforma del mercado laboral del 2012, "que parece estar dando fruto poco a poco", también pide "mejorar aún más la dinámica del mercado de trabajo para reducir suficientemente el desempleo", que calcula que se mantendrá por encima del 25 % hasta el 2018.

El FMI indicó que, aunque la reforma laboral de 2012 ha tenido efectos positivos, como la caída de salarios en el sector público y grandes empresas,  hay "otros componentes que han sido menos exitosos".

El informe publicado este viernes destaca que la dualidad entre los que tiene un trabajo estable y los que tienen empleos temporales ha aumentado, al tiempo que "la probabilidad de encontrar un trabajo permanente sigue siendo muy baja y la de perder un trabajo temporal muy alta".

Para el FMI, hace falta "aumentar la flexibilidad interna, reducir la dualidad del mercado laboral y mejorar las políticas laborales activas", para lo que piden el inicio de un diálogo social entre sindicatos y empresarios.

El informe señala que los salarios puedan responder mejor a la situación económica con más flexibilidad, algo que podría requerir "una profunda reforma de la negociación colectiva".

Ese diálogo social, que el FMI ve complicado por las valoraciones de Madrid, debería incluir "un compromiso de los empleadores a aumentar la contratación a cambio de que los sindicatos acepten una reducción de salarios", además de "incentivos fiscales en forma de recortes inmediatos en contribuciones a la seguridad social".

Esa reducción en las aportaciones se vería compensada por un incremento en la recaudación del Estado al aumentar la contratación.

Recortes salariales

El modelo que baraja el Fondo incluye una bajada del salario nominal (no ajustado a los precios) del 10%, medidas de "estímulo fiscal temporales" y reducción de las contribuciones de empresas a la Seguridad Social de alrededor del 1,7%.

Asimismo, propone un aumento del IVA, aunque se deberían dar dos años de gracia para afectar menos a los españoles afectados por la caída de salarios.

Todo esto, en opinión del Fondo, elevaría el PIB un 5% en un periodo calculado en tres años, con una subida y posterior reducción del déficit fiscal, y un desempleo que bajaría entre un 6 y un 7% en 2016.

Con las medidas recomendadas, el Fondo cree que España vería un aumento de las exportaciones, una caída mayor de las importaciones, mientras que la bajada de salarios permitiría una mejora del empleo, especialmente en el segundo y en el tercer año de aplicación.

El informe del FMI indica, además, que la "situación política aparentemente es estable, pero la tensión social podría comprometer los esfuerzos de la reforma".

El texto recuerda que "el contexto económico ha reducido la popularidad de los dos principales partidos, lo que podría dificultar el apoyo público para nuevas y complicadas reformas", al tiempo que señala preocupaciones por las tensiones entre el centro y las regiones.

Objetivos de déficit

Por otro lado, el informe del FMI ha señalado que no espera que España cumpla con los objetivos de déficit marcados por la Comisión Europea y no bajará del 3% hasta 2018, dos años después de lo marcado por Bruselas.

Estos cálculos del Fondo no consideran que las cuentas públicas puedan cumplir con el ritmo recomendado por la Comisión Europea en la cumbre de finales de mayo. De este modo, el déficit no bajará del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 2018, cuando será del 2,3%, con índices del 3,3% en 2017 y del 4,2% en 2016, año en al que se había retrasado el objetivo de bajar del 3%.

"El déficit fiscal está cayendo, pero sigue siendo muy alto. La consolidación debe continuar, pero todo lo gradual y favorable al crecimiento como sea posible", indica el informe del equipo del FMI encargado de esta evaluación.

La Comisión Europea había recomendado un déficit global del 6,5% del PIB en 2013, del 5,8% en 2014, del 4,2% en 2015 y del 2,8% en 2016. En su lugar el FMI estima un déficit del 6,7% este año, un 5,9% en 2014 y un 5,1% en 2015.

El FMI considera que "España está solo a medio camino de la consolidación necesaria", al tiempo que recuerda que, "para minimizar el coste económico y social, la consolidación debe de ser gradual".

Crecimiento del PIB

Los datos macroeconómicos analizados por el Fondo tampoco esperan que el crecimiento del PIB pueda ser superior al 1% antes de 2018. Con un crecimiento nulo del 0% el año que viene, de seis décimas en 2016, el 0,9% en 2017 y finalmente del 1,2% en 2018.

"El consumo privado seguirá bajo por los modestos salarios y crecimiento del empleo, así como por la necesidad de reducir el endeudamiento y los históricamente bajos niveles de ahorro", indica el informe. Como contrapunto, las exportaciones seguirán siendo "el impulsor clave de la recuperación", según la valoración del FMI.

El paro no bajará del 26% hasta 2018

La tasa de desempleo de España no bajará de la barrera del 26% hasta 2018, cuando el paro se situará en el 25,3%, según reflejan las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que empeoran sensiblemente sus proyecciones del pasado mes de abril para el mercado laboral español.

En concreto, la institución dirigida por Christine Lagarde prevé que España cierre 2013 con una tasa de desempleo del 27,2%, dos décimas más de lo previsto anteriormente, que pasaría a situarse en el 27% en 2014 (26,5% en abril) y en el 26,9% en 2015 (25,6%).

Las proyecciones del FMI contemplan en los dos años siguientes una leve mejora en el ritmo de reducción del desempleo, insuficiente, sin embargo, para llevar la tasa por debajo del 26%, puesto que en 2016 se situaría en el 26,6% (24,7% previsto en abril) y en el 26% en 2017 (23,8%).

Ante un nivel de paro "inaceptablemente elevado", el directorio del FMI subraya en su análisis de la economía española la necesidad de que se tomen "nuevas medidas decisivas para generar crecimiento y empleo" tanto a nivel nacional como en Europa.

En este sentido, los directores de la institución celebraron la reforma del mercado de trabajo acometida por el Gobierno en 2012, "que parece estar dando fruto poco a poco".

Sin embargo, recalcaron que se necesita mejorar aún más la dinámica del mercado de trabajo para reducir en forma suficiente el desempleo, entre otras cosas "aumentando la flexibilidad interna, reduciendo la dualidad del mercado laboral, y mejorando las políticas laborales activas".

"Muchos opinaron en general que sería beneficioso estudiar la posibilidad de un acuerdo social entre los sindicatos y los empleadores para acelerar los beneficios derivados de las reformas estructurales en materia de empleo, pero al mismo tiempo señalaron que sería difícil de lograr", indica la institución. Sin embargo, la institución dirigida por Christine Lagarde subraya que "este acuerdo no debería demorar las reformas estructurales necesarias".

Pensiones

Por otro lado, el informe del FMI advierte de las dificultades a las que puede enfrentarse el sistema español de pensiones ante las perspectivas demográficas del país, combinadas con "los incrementos insostenibles" aplicados en los años anteriores de la crisis.

En este sentido, la institución considera que la propuesta del comité de expertos de aplicar un factor de sostenibilidad ejemplifica el tipo de medidas de ajuste de "alta calidad" que España necesita.

Aparte de la recomendación de vincular la edad de jubilación a la evolución de las expectativas de vida, el FMI planta la idoneidad de ampliar el periodo de cáculo de 25 años a 30 "o incluso 35 años". Asimismo, considera "sensata" la recomendación de ligar el incremento de las pensiones a factores estructurales relacionados con la evolución de los ingresos.

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