Las 128 actuaciones en materia medioambiental que se están llevando a cabo en la provincia de Huesca para paliar las inundaciones en el Pirineo avanzan a buen ritmo, según han afirmado desde el Ejecutivo autonómico. Suponen una inversión de casi seis millones de euros, 390.000 más de lo inicialmente previsto.

El Consejo de Gobierno ha conocido este martes la marcha de dichos trabajos que se están llevando a cabo, debido a los daños que provocaron las intensas lluvias que tuvieron lugar entre los días 17 y 20 de junio en la zona pirenaica. Estas actuaciones se centran en municipios de las comarcas de la Ribagorza, Sobrarbe, Alto Gállego y Jacetania, principalmente.

Desde un primer momento, el Gobierno de Aragón actuó de forma urgente para remediar los graves prejuicios que representaban la falta de abastecimiento de agua potable, la depuración de aguas residuales o las afecciones en infraestructuras forestales.

Así, desde el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente se han efectuado distintas contrataciones y encargos para acometer las distintas obras en la zona, algunas de ellas ya finalizadas. Este departamento ha destinado 3.227.271 euros a 117 actuaciones, ejecutadas a través de la empresa pública Sarga, y el Instituto Aragonés del Agua 2.673.495 euros a once actuaciones. En total son 390.000 euros más del presupuesto inicialmente previsto.

En un plazo inferior a las previsiones, el departamento finalizó los trabajos de urgencia en el parque natural de Posets-Maladeta, concretamente en los Valles de Estós y Benasque, centrados en la extracción de troncos de los cauces del río, canalización de aguas, reconstrucción de entradas a pistas y acceso a urbanizaciones, rehabilitación de estructuras de distintos puentes, así como la limpieza de caminos y calles.

Y con el objetivo de minimizar los daños producidos en lo que respecta a recursos e infraestructuras hídricas, el Instituto Aragonés del Agua (IAA) ha estado trabajando de manera continua en la zona, acometiendo obras de urgencia para atender el suministro de agua, reponiendo las tuberías destruidas, y construyendo la potabilizadora y el nuevo puente sobre el río Ésera.

Las últimas previsiones indican que a mediados del mes de agosto los vecinos de la zona van a poder consumir agua de la potabilizadora.