El coste neto por trabajador bajó el 0,7 % en 2012, hasta alcanzar los 30.667 euros

  • Dicho coste fue de 30.667,43 euros, según datos del INE.
  • A esta cantidad se le han restado 238,12 euros en concepto de subvenciones y deducciones recibidas de las Administraciones Públicas.
  • Por sectores, la industria fue la que registró el coste neto por trabajador más elevado (35.843,58 euros) seguido de la construcción (31.830,02 euros).
Un trabajador en una empresa del sector de la construcción.
Un trabajador en una empresa del sector de la construcción.
Juanma L.G.G/ARCHIVO
Un trabajador en una empresa del sector de la construcción.

El coste neto por trabajador fue de 30.667,43 euros en 2012, lo que supone un descenso del 0,7% con respecto al año anterior, según recoge la Encuesta Anual de Coste Laboral publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). A esta cantidad se le han restado 238,12 euros en concepto de subvenciones y deducciones recibidas de las Administraciones Públicas para fomentar el empleo y la formación profesional.

Contando con ello, el coste laboral por trabajador en términos brutos fue de 30.905,55 euros en 2012, un 0,8% menos que en el año anterior. El 73,2% del coste total bruto se destinó a salarios, lo que supone 22.635,56 euros por trabajador de media. El 22,2% correspondió a cotizaciones a la Seguridad Social (6.859,44 euros por trabajador).

El 4,6% restante del coste total se repartió en beneficios sociales (519,97 euros), gastos derivados del trabajo como ropa o transporte (321,59 euros), indemnizaciones por despido (466,65 euros) y formación profesional (102,34 euros).

Según la encuesta, el 95,5% de los trabajadores regularon sus relaciones laborales mediante convenio colectivo, frente al 95,7% que lo hacía un año antes, lo que significa que el porcentaje de trabajadores adscritos a convenio ha pasado del 89,5% en 2011 al 88,9% en 2012.

El coste laboral más alto se da en los centros que se regulan por convenio de empresa o centro de trabajo, seguidos de los que no se regulan por convenio colectivo. Por sectores, la industria fue la que registró el coste neto por trabajador más elevado (35.843,58 euros) seguido de la construcción (31.830,02 euros), y los servicios (29.545,12 euros). En términos relativos fue en la industria donde más aumentó el coste laboral neto (1,7%), seguido de la construcción (1,5%), mientras que disminuyó un 1,3% en el sector servicios con respecto al año anterior.

Las diferencias de costes laborales según las diferentes actividades económicas son notables, ya que oscilan entre los 18.367,80 euros anuales brutos de la hostelería hasta los 78.867,87 euros de la actividad energética o los 63.018,34 del sector financiero y de seguros.

Las industrias energéticas y extractivas fueron las que más invirtieron en la formación de sus trabajadores, mientras que las mayores indemnizaciones por despido se registraron en información y comunicaciones y en la industria energética.

Asimismo, las mayores subvenciones y deducciones fiscales por creación de empleo y fomento de la formación profesional se obtuvieron en la industria energética, mientras que las menores se registraron en la administración pública.

Las empresas de mayor tamaño pagaron mayores sueldos por trabajador que las empresas medianas y pequeñas y, en consecuencia, también fueron mayores sus cotizaciones a la Seguridad Social.

Por comunidades autónomas, los costes laborales más elevados se registraron en el País Vasco (35.901,59 euros netos por trabajador) y en la Comunidad de Madrid (35.891,23 euros), y los más bajos en Canarias (25.418,79 euros) y Extremadura (25.685,01 euros). Las empresas de la Comunidad de Madrid y el País Vasco fueron las que pagaron mayores salarios y tuvieron gastos más elevados en beneficios sociales, mientras que también en la comunidad madrileña se registraron las indemnizaciones más altas por despido, seguida de La Rioja.

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