La pista de hielo artificial atrae a casi la mitad de patinadores

El año pasado por estas fechas ya habían patinado 21.000 personas, mientras que en estas Navidades sólo han acudido 9.000.
No importa si se calan los pies, si el frío es insoportable o si se sale de la pista con el cuerpo lleno de moretones. A muchos vallisoletanos lo que les gusta es el hielo auténtico de otros años pasados, y no el suelo artificial que han instalado en esta ocasión en la pista de patinaje de la Plaza Mayor.Algunos ciudadanos se han dirigido al Ayuntamiento para expresar sus quejas, según fuentes municipales consultadas. De hecho, sólo hace falta repasar las cifras de patinadores para ver que la aceptación no está siendo la misma.

Mientras que el año pasado por estas fechas ya habían patinado unas 21.000 personas, esta temporada apenas van unos 9.000 usuarios, algo menos de la mitad.

Aun con todas las ventajas que tiene el nuevo suelo  (a base de placas de un material denominado teflón y sobre el que se arroja cada tres o cuatro días un líquido especial deslizante), lo artificial no cala.

Hasta febrero

Aunque en un principio la pista iba a estar abierta hasta el 14 de enero, el Ayuntamiento ya prevé alargar este año la temporada de patinaje, al menos, otras dos semanas.

Los grupos de niños que han acudido a la pista para patinar con sus colegios se han mantenido, y quienes han reducido considerablemente su asistencia son los jóvenes que pagaban 4,50 euros por un rato de diversión.

El teflón deslizante

Luces...

Más económica: El Ayuntamiento se ahorra cerca de 19.000 euros.

Más segura: Se producen menos caídas y, al ser un suelo más blando, los daños son menores.

Más ecológica: Resulta más fácil de limpiar y se consume menos energía para su mantenimiento.

El mismo efecto: Las sensaciones que se experimentan son muy similares a las de una pista de hielo convencional.

... Y sombras

Resbaladiza: Para los principiantes resulta más difícil aprender a patinar puesto que la superficie es más resbaladiza.

Menos divertida: Aunque entre los padres hay diversidad de opiniones, a los chicos les gusta caerse, mojarse y sentir el hielo.

Más difícil: Los patines tienen tendencia a irse hacia los lados.

No es auténtica: El efecto psicológico que causa es el de imitación. Decepciona.

Claudia de las Cuevas. 31 años.

«Se nota muchísima diferencia. Aquí te caes menos pero es más difícil patinar. Aunque te mojes y pases más frío, yo prefiero el hielo auténtico y no el plástico. Eso sí, este año están mejor organizados».

Willy Hally. 35 años.

«Yo sólo soy amateur, pero he patinado en hielo de verdad en Holanda, y en Irlanda estuve en una pista artificial parecida a ésta y no se nota mucho la diferencia. Lo peor son los patines, que aprietan mucho».

Henar Zumeta. 33 años.

«Sí que se nota el cambio del hielo al suelo artificial. A mí me resulta más fácil patinar y te deslizas mejor sobre el hielo, aunque es más peligroso y te caes más. Si tengo que elegir, me quedo con la pista de hielo de verdad».

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