UGT Castilla y León ha remitido un escrito al Ayuntamiento de Valladolid, la Consejería de Fomento, el Ministerio de Fomento y Adif en el que se pide la construcción de los accesos de Alta Velocidad hasta el nuevo taller de Valladolid para que ya funcionen en el año 2014 y evitar así que se pierda una "importante" carga de trabajo y dinero.

El secretario general del Sector Ferroviario y Sistemas de Transporte (SS.TT) de UGT Castilla y León, Felipe de Diego, ha declarado que, de no entrar en servicio en esa fecha, la maquinaria y el equipo tecnológico con que contará podría "quedar desfasado" de forma que "perdería" la posición de taller "puntero" en Europa de la que ahora mismo goza.

UGT ha propuesto dos soluciones para que estos accesos estén construidos "a tiempo": lo ideal, para el sindicato, sería "aprovechar" el compromiso con la Fasa-Renault para levantar las vías en la fase que corresponde al acondicionamiento del Camino de Esperanza, aunque esto supondría un esfuerzo económico "importante".

Si esta iniciativa no pudiera llevarse a cabo, UGT también propone construir una vía provisional hasta Cabezón para que los vehículos pudieran entrar al taller, ya que advierten de que en 2014, los primeros trenes S013 Siemens de Alta Velocidad, fabricados en Valladolid, tendrán que pasar una revisión "exhaustiva" que implicará un "desmontado completo" de los convoyes y su montaje de nuevo, de forma que "se triplicaría" el número de horas de trabajo para los talleres de la ciudad y se "desfavorecería" la llegada de las empresas especializadas en la fabricación de componentes que generarían empleo.

De Diego ha manifestado la "necesidad" de culminar la puesta a punto de estas infraestructuras, aunque ha reconocido que se encuentran "muy avanzadas", por lo que ha preferido centrar sus peticiones en el acceso para los vehículos de Alta Velocidad.

Asimismo, UGT espera que el Ayuntamiento traslade por medio del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Antonio Silván, su petición al Ministerio de Fomento y al Presidente de ADIF, Gonzalo Ferre Moltó.