El Ayuntamiento de Barcelona abrirá salas de venopunción, conocidas coloquialmente como narcosalas, en los distritos de Gràcia y Nou Barris. Asimismo, estudia abrir una en el Eixample en el marco del Plan de Acción sobre Drogas 2013-16, con lo que el único que no tiene y donde no se contempla es en el de Les Corts.

Estas actuaciones se contemplan en el mapa de equipamientos del plan, el octavo desde que hace unos 25 años se puso en marcha el modelo Barcelona de prevención y abordaje de las adiciones, y que se someterá a debate y votación en el Pleno del miércoles.

En un encuentro con los medios, la delegada municipal de Salud, Cristina Iniesta, ha subrayado este lunes que buscan que los centros de atención a la drogadicción estén "más integrados" con los de salud, y también con la red de salud mental.

Tras desplegarse el plan 2009-12, la capital catalana cuenta con 16 Centros de Atención y Seguimiento (CAS) en drogas y dos buses -uno como sala de venopunción y otro que dispensa metadona- que se desplazan por la ciudad, lo que permite que los usuarios puedan ser atendidos lejos de su entorno personal si así lo desean: entre todos atienden a 12.200 personas.

No todos los centros tienen salas de venopunción, pero en los últimos años se han abierto el CAS de Sants, Sarrià, Garbivent --en Sant Andreu-- y Forum con ellas, y en Gràcia se ha integrado la atención --sin 'narcosala'-- en el Centro de Salud Mental de Adultos.

Las 'narcosalas', que son solo uno de los estadios de la atención a drogodependientes y que están pensadas para quienes no pueden dejar el consumo, atendieron el año pasado a 3.557 personas --cerca de 2.000 de ellas en la de Baluard--, y ahora se prevén también en Nou Barris y Gràcia, y se estudiará en el Eixample.

Se enmarca en la idea municipal de trasladar o ampliar equipamientos en Ciutat Vella, Gràcia, Nou Barris y Sant Martí --la del Fòrum--, lo que incluye trasladar el CAS Baluard, ubicado al lado del Museu Marítim, aproximándolo a un centro sanitario por concretar también de Ciutat Vella.

Iniesta ha insistido en que traslados como el de Baluard se hacen "por confortabilidad" de pacientes y profesionales e integrarlos en centros de salud: Fòrum, con unos 100 metros cuadrados, y Nou Barris, con unos 80, se han demostrado insuficientes para el consistorio.

El Ayuntamiento ve alejados los tiempos en que una 'narcosala' despertaba un fuerte rechazo vecinal, y la cuarta teniente de alcalde y responsable de Calidad de Vida, Maite Fandos (CiU), ha reivindicado que en este mandato se han abierto diversas sin polémica: "En este mandato hemos abierto y no han habido quejas vecinales".

El Ayuntamiento también ha anunciado que prestará atención sobre adicciones a mujeres víctimas de la violencia de género en pisos de acogida, y la apertura de un nuevo equipamiento central especializado en alcoholismo para personas vulnerables.