La Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, a través de su Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza como gestora de los Espacios Naturales Protegidos de Cantabria, ha puesto en marcha unas medidas encaminadas a compatibilizar la conservación de los sistemas de dunas con el disfrute de las playas.

Entre las actuaciones que requieren de "cierta cautela" en su ejecución se encuentra la limpieza de playas. En este sentido, el Ejecutivo informa que cuando se realice con tractores sólo se actuará a partir de cinco metros de la duna, para no interferir en la vegetación que estabiliza estos sistemas.

En un comunicado, esta Administración recuerda que la limpieza de las playas es una competencia municipal que cuenta con el apoyo del Gobierno regional y se acomete en todos los arenales de Cantabria, incluidos los que se encuentran en espacios naturales protegidos. En éstos últimos es en las que se aborda la limpieza "con mayor delicadeza".

Con el fin de garantizar que estas labores de limpieza que se realizan en las playas no afecten a la vegetación que se encarga de estabilizar los cordones dunares, se están dejando unos cinco metros, desde el inicio de estos cordones, sin cribar mecánicamente en las limpiezas que hacen los tractores cada mañana para retirar los residuos que las mareas, y los visitantes "menos concienciados", dejan en la playa. La retirada de residuos en esos metros se realiza de forma manual.

Por otra parte, desde hace dos años, La Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza viene "reservando" una parte de uno de los mayores arenales con los que cuenta la región, el Puntal de Valdearenas. Allí, en la parte más alejada de la playa y afectando a menos de un tercio de los más de 1.500 metros con los que cuenta, la limpieza se viene haciendo de forma manual, ya que este método permite respetar los restos vegetales que las mareas depositan en la línea de pleamar y retirar el resto de los residuos.

Y es que estos restos vegetales que no son basura, fundamentalmente maderas y algas, cumplen un papel ecológico "de gran importancia". "Los arenales son medios inhóspitos, muy pobres en nutrientes, y por ello estos aportes de materia orgánica se convierten en una fuente de alimento clave para supervivencia de la flora que se desarrolla en estas zonas de arribazón", subraya el Gobierno.

Además, la permanencia de estas maderas estabiliza el arenal y le confiere una mayor resistencia a la acción erosiva del oleaje en condiciones normales.

A falta de datos concretos, que se confirmarán a partir de los oportunos estudios técnicos, se puede afirmar que en esta zona del Puntal de Valdearenas, en Liencres, se ha producido un "apreciable aumento" de la superficie consolidada y un gran desarrollo de un hábitat que alberga, en exclusiva, una de las especies clasificada como vulnerable en el Catálogo de Especies Amenazadas de Cantabria.

El "éxito parece tan claro", apunta el Gobierno regional, que este año se ha decidido aplicar la medida en otros dos puntales, el de Oyambre y el de Somo.

Al igual que se ha hecho en Liencres, se aplica el método en una pequeña parte de la playa, la más alejada de los accesos. "El aspecto final pudiera parecer más descuidado, o incluso sucio, y sin embargo es necesario hacer un esfuerzo de reflexión y apreciar la mejora ambiental, tanto ecológica como estructural, que se está consiguiendo con estas prácticas", señala al respecto.

En todos los casos, las zonas seleccionadas representan una pequeña parte del conjunto de la playa. Son zonas que al estar alejadas de los puntos de acceso se destinan mayoritariamente al paseo, actividad plenamente compatible con su conservación.

Además, con estas actuaciones se está permitiendo la supervivencia de unas comunidades que, sin compromisos como éste, están "condenadas a la extinción".

Mejores sistemas dunares

El litoral de Cantabria cuenta con algunos de los mejores ejemplos de sistemas dunares del Cantábrico, de los cuales la gran mayoría están 'de facto' recogidos bajo alguna figura de protección ambiental como ocurre con los arenales de Oyambre, Liencres y el Regatón de Laredo, incluidos todos ellos dentro de sus respectivos Parques Naturales, o el arenal de Somo-Loredo, incluido dentro del Lugar de Importancia Comunitaria de las Dunas del Puntal y Estuario del Miera. Por lo tanto, todos estos espacios forman parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria.