Dos chicas mueren en Castellón al inhalar gas antes de irse de cotillón

La calefacción de la vivienda en la que se alojaban funcionaba mal. Los servicios sanitarios atienden 152 urgencias en Nochevieja.
Noche trágica para la Comunitat. Dos chicas, de 21 y 22 años, han muerto asfixiadas por inhalación de gas en Cortes de Arenoso, en Castellón, en la casa donde iban a pasar fin de año.Aunque el resultado de la autopsia no se ha dado a conocer, todo apunta a que la desgracia pudo deberse al mal funcionamiento de la calefacción central de la vivienda, por una mala combustión de una estufa.

Ana y Sara vivían en Barcelona, pero se trasladaron unas horas antes a Cortes de Arenoso para celebrar la Nochevieja con otros jóvenes del pueblo en la casa de los abuelos de una de ellas.

Fueron precisamente sus amigos los que descubrieron los cuerpos ya sin vida de las chicas cuando acudieron a recogerlas a la vivienda, pues no acudían a la cena que habían organizado en otra casa del municipio. El Ayuntamiento ha declarado tres días de luto oficial.

Los servicios sanitarios tampoco han parado durante la última noche del año. Los Centros de Información y Coordinación de Urgencias han atendido 152 emergencias sanitarias: 71 en Valencia, 60 en Alicante y 21 en Castellón. La mayoría de los incidentes se produjeron por intoxicaciones etílicas –63 en toda la Comunitat–, aunque también se realizaron asistencias por agresiones (37), siete por caídas o heridas leves y hasta una por un parto (en Alicante), según la Conselleria.

1.154 incidencias

Durante Nochevieja, el teléfono único de urgencias de la Generalitat, el 112, atendió 1.154 incidencias, un 35% menos que en la misma noche de 2005.

Muchas de estas llamadas se produjeron para avisos de accidentes de tráfico, seguridad ciudadana y denuncias de sustracciones.

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Dos años después de Todolella

El fallecimiento de estas dos jóvenes recuerda la tragedia ocurrida hace ahora dos años (el 5 de enero) en otra localidad castellonense, Todolella, donde un grupo de 18 amigos –11 hombres y siete mujeres– perdieron la vida en el albergue de Sant Cristófol, una casa rural del municipio, a causa de la inhalación de monóxido de carbono de una estufa de butano que encendieron para calentarse. Todos tenían alrededor de 30 años.

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