UGT ha reclamado "una reorientación de los beneficios empresariales hacia la inversión y el empleo y un cambio hacia políticas expansivas de estímulo a la actividad económica".

Y es que, lamenta, "en un contexto de recesión como el que vivimos, en el que la débil demanda, en teoría, debería hacer retroceder los precios, asistimos con preocupación a estos incrementos que nos sitúan como una de las economías más inflacionistas de Europa y que están generalizando una minoración del poder adquisitivo de trabajadores y familias".

Pero esta aceleración de la inflación, advierte, "no sólo está teniendo efectos muy nocivos sobre un consumo interno, también sobre la capacidad competitiva de las exportaciones españolas, justo cuando más se necesitan para recuperar el pulso económico".

"Esto se une al fracaso de los recortes del Ejecutivo y los desequilibrios que han generado las indiscriminadas subidas de impuestos, tasas y repagos, circunstancias que también han influido en el repunte de los precios y, correlativamente, en el progresivo empobrecimiento de la población", concluye.