El educador social detenido el 27 de junio en la localidad leridana de Castelldans por presuntos abusos sexuales a menores y posesión de pornografía infantil, David D., de 47 años, había acogido en su domicilio a un total de 14 menores tutelados por la Generalitat desde 1997, aunque "no hay pruebas de que ninguno de ellos haya sido víctima".

Lo han explicado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, que han destacado la importancia de las más de 600 familias de acogida que hay actualmente en Catalunya, que permiten que los menores desamparados puedan crecer en un entorno familiar y no en un centro.

"Se trata de un caso aislado", han insistido las mismas fuentes, que han explicado que la Generalitat se ha personado como acusación particular y también ha abierto un expediente informativo para determinar posibles errores de la entidad social que se encargaba del seguimiento de los niños acogidos por el detenido, actualmente en prisión provisional.

Cuando una familia acoge en su domicilio a un niño tutelado por la Generalitat —en este caso el detenido lo hacía en calidad de familia monoparental—, debe superar análisis físicos y psicológicos para lograr la idoneidad, un proceso similar al que se someten las familias adoptivas.

El detenido superó las pruebas previas y también todos los informes de seguimiento que la entidad social elaboraba cada seis meses: "Nunca ha habido indicios. Evidentemente de haberlos, no se le habría confiado ningún niño", han aseverado las mismas fuentes.

Los informes semestrales, que se envían al Instituto Catalán de Adopción y Acogida (Icaa), son un complemento del "apoyo y seguimiento constante" que se hace a las familias acogedoras, han añadido.

Tres menores en un centro

David D. tenía actualmente acogidos a tres menores, que fueron retirados de su guarda y protegidos en un centro de la Generalitat antes de la detención "para que no sufrieran el proceso", tal y como establece el protocolo que indica que Interior debe avisar a los servicios sociales antes de una detención en la que puedan haber niños presentes, para evitar que la presencien.

Los tres niños, que están bien y "acompañados en todo momento", siguen actualmente viviendo en un centro de la Generalitat.