La caída en picado del sector inmobiliario no solo se refleja en la parálisis que experimenta la compraventa de viviendas. Un efecto colateral lo viven a diario los notarios valencianos, que han visto descender el número de testamentos redactados en la provincia durante los dos últimos años.

La estadística del Colegio Notarial de Valencia muestra que, durante 2011 y 2012, el número de estos documentos ha disminuido un 2% y se ha situado en los 30.343 testamentos. Pese a que el descenso no es muy pronunciado, la tendencia contrasta con la dinámica del conjunto de España, donde la cifra no ha parado de crecer.

La explicación a este fenómeno, según el decano del Colegio, César Belda, está en la parálisis del sector inmobiliario, más acusada en la costa mediterránea, pero también en otros factores. "Hay menos preocupación sobre qué hacer con la vivienda porque se compran menos", explica. A ello añade el fenómeno de la emigración, que la Comunitat está soportando "bastante mal, porque hay valencianos que están saliendo a otras provincias y a otros países", señala Belda.

En su opinión, esta dinámica puede tener consecuencias "graves", ya que, con el régimen económico matrimonial de separación de bienes que impera en la Comunitat, "el testamento es ahora más necesario que nunca", concluye.

Realizar un testamento es más sencillo de lo que parece. Basta con acudir a una notaría, donde se redacta y se firma en el mismo momento por unos 50 euros, salvo que la casuística sea muy complicada. "A la hora del fallecimiento evita muchos problemas", explica Belda. "Sobre todo papeleo, pero también conflictos en familias mal avenidas o sin hijos".