Los actores Antonio Molero y Agustín Jiménez aterrizan este viernes en el Teatro Olympia de Valencia como matrimonio de conveniencia con la comedia francesa 'Una boda feliz', repleta de "momentos de carcajadas" que produce "verdaderos bramidos de satisfacción". "Es un espectáculo tan feliz que la gente sale feliz. Entras —al teatro— de una manera y sales de otra mucho mejor".

Así han presentado en una rueda de prensa esta obra, que estará en cartel hasta el próximo 21 de julio, el director, Gabriel Olivares, y los actores Antonio Molero, Agustín Jiménez, Francesc Albiol, Juan Solo y Celine Tyll.

'¿Te casarías con tu mejor amigo?', esta es la pregunta clave que ha servido para poner en escena esta comedia francesa, finalista premio 'Moliere' en 2011. En ella, cinco personajes bien diferenciados —entre ellos, un abogado, un agente inmobiliario y un actor de series infantiles— tratarán de enredar al público y crearán alguna situación delirante, con diálogos ágiles y certeros.

La trama de la obra —estrenada en abril de 2013— gira en torno a un soltero empedernido que va a heredar de una tía lejana y, para poder hacerlo, tiene como condición que se case en el plazo de un año para que siente la cabeza de una vez. Como él no quiere renunciar a su vida de mujeriego, le propone a su mejor amigo casarse con él y, de esta manera, cubrir el expediente.

El director de la obra ha explicado que se trata de un espectáculo "bendecido", donde "todo lo que pasa es bueno", al tiempo que ha resaltado que los actores, de quienes ha destacado que "disfrutan con esta maquinaría", "no la pueden liar más y salir de ahí tan airosos", se ha reído.

Por su parte, Molero —quien además del cine y teatro, ha trabajado en televisión en series como 'Los Serrano' o 'Médico de familia'— ha recordado que ha participado en "muchas" comedias, pero ha resaltado que ésta es "la más descarada": "es la que tiene más risas por centímetro cuadrado, con muchos momentos de carcajada", ha dicho.

El actor ha reiterado que es una obra "repleta de risas", es "una huída hacia delante", de "máximo estilo francés", en la que el foco "está perfectamente definido y en todo momento está muy claro donde hay que mirar, con lo que el público no se marea", ha resaltado.

También ha indicado que la obra no está dirigida ni tiene ningún planteamiento político, y tampoco se mete en el tema de la homosexualidad, puesto que el hecho de elegir un matrimonio entre dos hombres es solo un símbolo, pero esto no es lo importante. "Es un recurso más para hacer comedia con elementos clásicos de figuras y estereotipos".

Por otro lado, Agustín Jiménez ha subrayado que su papel en la obra es un "caramelito" porque le toca hacer de lo que es, es decir, de actor, "con lo que todo es más fácil", ha dicho. Ha indicado que el espectáculo "produce verdaderos bramidos de satisfacción", y "no importa cómo seas o quién seas".

Público "impactado"

Juan Solo, otro de los actores y también adaptador de la obra, ha indicado que "nada más se levante el telón, el público se va a quedar impactado y se va a escuchar un 'Ohhh'", y ha agregado que "cada día en el escenario vivimos de una forma la función, sobre un texto que ya de por sí era muy bueno".

Preguntados por la acogida de la obra entre el público, Francesc Albiol ha indicado que tras pasar por Málaga y por otros municipios, han comprobado que el público "se entrega siempre inmediatamente": "es un espectáculo tan feliz que la gente salía muy feliz. Entra de una manera y sale de otra mucho mejor". "Es un espectáculo muy feliz", ha añadido.