Bruselas dice que la nueva PAC da flexibilidad suficiente a España para atender la diversidad de su campo

Afirma que las medidas equivalentes del 'greening' evitarán la rigidez y carga burocrática a los agricultores

El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, ha asegurado este jueves que la nueva Política Agraria Común (PAC) ha incluido instrumentos de flexibilidad suficientes para atender a la especificación del campo español, al tiempo que mantiene objetivos comunes a toda la UE para reequilibrar el reparto de las ayudas.

"España, por ejemplo, podrá tener en cuenta la gran especificidad en el tipo de producción y su gran diversidad de su geografía agrícola. Es el caso de España, pero también de Italia", ha declarado el comisario en una rueda de prensa ofrecida en Bruselas para explicar las grandes líneas del acuerdo alcanzado el miércoles en el seno de la UE para reformar la política agraria.

Ciolos se refería especialmente a los mecanismos que flexibilizan la 'tasa plana' que quiso introducir para asegurar un mismo nivel de ayuda por hectárea para todos los agricultores de un mismo país o región, una convergencia interna que finalmente ha sido limitada al 60% de la ayuda media de una región por la firme oposición de España y las reservas de otros Estados miembros.

La convergencia del 60% dentro de una región o país para 2019, además, estará condicionada a que no plantee pérdidas superiores al 30% con respecto a los apoyos actuales para ningún productor, aunque esta disposición será voluntaria para países que, como España, más flexibilidad han exigido en las negociaciones.

Ciolos, además, ha concedido que en las negociaciones se constató que un periodo de seis años podría ser demasiado "justo" para avanzar hasta la convergencia total y existía el riesgo de que su aplicación hiciera "más daño que bien".

"Hemos querido conservar unos objetivos e instrumentos a escala europea, pero que den cierto grado de flexibilidad en su aplicación a los Estados miembros y regiones, para que los Estados miembros puedan tener en cuenta la especificada de sus regiones", ha explicado el comisario.

Entre las novedades de la reforma, Ciolos ha incidido en una de sus propuestas estrella con la que quiso dar un giro a la política agraria europea y hacerla "más ecológica, más verde" y justificar mejor ante la opinión pública y las ONG el gasto agrícola, que recibirá entre el 39 y el 33 % del presupuesto europeo en el próximo periodo.

El llamado 'pago verde' o 'greening' condicionará un 30 % de las ayudas directas a los agricultores europeos a que cumplan con determinadas prácticas beneficiosas para el medio ambiente, como el mantenimiento de los pastos permanentes, la diversificación de cultivos y la creación de zonas de interés ecológico.

"Es verdaderamente un cambio de paradigma y se abre la puerta hacia una PAC más sostenible", ha declarado el comisario, para quien las medidas equivalentes consensuadas en las negociaciones para ampliar el número de prácticas que podrán beneficiarse de esta prima es una decisión tomada para evitar una mayor carga burocrática y una excesiva rigidez a los productores.

Preguntado por las críticas de los ecologistas a esta flexibilidad, que temen que sirva para descafeinar el 'greening', Ciolos ha considerado prematuro dichas críticas y ha pedido tiempo para aplicar la reforma y constatar sus beneficios para el medio ambiente. "Hemos querido tener en cuenta lo que ya habían hecho algunos países y asegurar una equivalencia", se ha justificado.

También ha explicado la necesidad de ampliar el menú de acciones que optarán al 'pago verde' para que el cambio sea respaldado y asumido por los productores y que éstos puedan aplicar los cambios de manera "simple".

El comisario ha defendido los elementos de flexibilidad porque "demasiada rigidez bloquea el desarrollo y crea injusticias y desigualdades" y ha destacado la necesidad de que la Unión Europea "adapte" sus instrumentos "si queremos que Europa no sea un obstáculo, sino un plus que permita a las regiones europeas desarrollarse".

Entre los acuerdos más aplaudidos por Ciolos figura el consenso para hacer obligatorio el plan de apoyo a los jóvenes agricultores de hasta 40 años, para los que los países podrán dedicar "hasta un 2 % de su sobre nacional" para ayudarles en sus primeros años de actividad con un 25 % más de subsidios.

A juicio de Ciolos, se trata de una iniciativa clave para contribuir a la lucha contra los altos índices de desempleo juvenil porque dará un apoyo fundamental a quienes quieran iniciarse en la actividad agrícola, que requiere importantes inversiones en los primeros años. "Es un instrumento claro y preciso", ha dicho, que ofrece la PAC para frenar el problema de desempleo.

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