La Asociación contra la Corrupción ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción contra el presidente de la Generalitat Valenciana y exalcalde de Castellón, Alberto Fabra, y el actual regidor, Alfonso Bataller, por presuntos delitos en relación con la contratación de dos auxiliares.

La asociación, de reciente creación y que ha firmado un convenio de colaboración con el sindicato Manos Limpias, acusa en concreto a Fabra y Bataller de malversación de caudales públicos y falsedad documental en la contratación en 2011 de dos asesores, J.E.E.P. y M.A.C.H. del grupo municipal. Según el presidente la asociación, Enrique Soriano, estos dos trabajadores a sueldo del ayuntamiento no ejercen función alguna en el Ayuntamiento, sino en la sede del Partido Popular.

Soriano ha explicado además, en una comparecencia conjunta con el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, que la organización ha presentado también una querella criminal ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia contra el consejero de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano, por presuntas adjudicaciones irregulares, desde el año 2000, a la empresa de una trabajadora del grupo del PP en las Cortes. Esta empresa habría recibido, según ha indicado, un total de siete millones de euros divididos en obras menores.

Finalmente, Soriano ha avanzado la interposición de una última denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana contra Castellano por la supuesta contratación "masiva" de allegados y amigos en diferentes instituciones y organismos públicos, cuyos nombres no ha facilitado para, según ha dicho, no perjudicar a estos trabajadores.

Por su parte, fuentes de la Generalitat Valenciana han indicado que la actuación del presidente Fabra ha sido siempre "limpia, clara, honesta y ajustada a la legalidad". Han resaltado además que esa denuncia "es consecuencia de la política de tolerancia cero que lidera Alberto Fabra" contra la corrupción y han detallado que la denuncia, que se refiere a dos auxiliares administrativos, no asesores, se remonta a su época como alcalde de Castellón.