La Audiencia de Lleida ha condenado a tres años de cárcel a cada uno de los tres miembros de un grupo —dos mujeres y un hombre— que durante los meses de enero y febrero de 2011 se dedicaron a engañar a chicas de nacionalidad rusa para que fueran a trabajar en bares españoles cuando, en realidad, las explotaban en locales de alterne.

Pascuala L., conocida como 'Lina', Olga K. y Óscar Miguel F. han sido condenados por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, pero el juez ha solicitado para los condenados un indulto parcial de la pena de prisión, al considerar que el delito es "puramente formal" y que no constan perjuicios efectivos a las víctimas, recoge la sentencia.

Asimismo, la Audiencia ha absuelto a Jorge G., Santiago G. y Marina Z. —socios y trabajadora de uno de los clubes— de los delitos de los que venían acusados por no tener prueba suficiente que asegure su implicación, y por la necesidad de mantener la presunción de inocencia.

Según la sentencia, los condenados contactaban con chicas rusas mediante la agencia Tour.ru, les ofrecían trabajo como camareras en bares de España y recepcionistas, y les aseguraban la tramitación del visado tipo turista, mientras que en realidad las obligaban a trabajar en un club de alterne de la calle Enric Granados de Lleida.

Los condenados preseleccionaban a las mujeres interesadas mediante fotografías que éstas les enviaban por correo electrónico desde Rusia, y cuando llegaban al Aeropuerto de El Prat de Barcelona, las iban a buscar y las trasladaban a un piso donde las alojaban con otras mujeres a cambio de un alquiler.

La trama fue descubierta por las autoridades policiales rusas, que informaron a la policía española para que identificara a las personas que estaban participando en la red de tráfico de personas entre Rusia y España.

La Policía Nacional solicitó intervenir telefónicamente y hacer un seguimiento de los acusados, tras el que se demostró que promovían el tráfico de extranjeras y su explotación en clubes de alterne de Lleida.

La Audiencia también ha tenido en cuenta las declaraciones como testigos protegidas en el juicio de las chicas explotadas que, según la sentencia, fueron "absolutamente reveladoras de la expuesta trama de inmigración fraudulenta" y totalmente creíbles por su persistencia, contundencia y coincidencia entre sí.