El expediente de liquidación aprobado inicialmente por el pleno de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, formada por once localidades de Cádiz y Sevilla, contempla la enajenación mediante subasta de los bienes inventariados de este organismo, así como la reversión a los ayuntamientos de numerosos inmuebles e infraestructuras, el arbitrio de la Junta en cuanto al pago de la deuda que se transfiere a los ayuntamientos mancomunados y una fiscalización a manos del Tribunal de Cuentas, a la búsqueda de posibles "responsabilidades técnicas y políticas".

Como se ha informado, el pleno de este organismo en vías de disolución y liquidación aprobó este pasado martes, por mayoría absoluta, el documento inicial de su propio expediente de liquidación. Las cifras contenidas en este expediente de liquidación, según la documentación recogida por Europa Press, reflejan que la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir cuenta con un pasivo global de 52.204.879,82 euros calculado a fecha de 30 de abril de 2013 por la "deuda con proveedores, trabajadores, con Hacienda, la Junta de Andalucía, ministerios y diputaciones, deuda bancaria, intereses derivados de sentencias judiciales y la previsión del coste que supondrá realizar el sellado de los vertederos de Utrera y Lebrija".

El reparto del pasivo

En concreto, este pasivo suma 8.111.413,26 euros que los ayuntamientos adeudarían a la propia Mancomunidad y 44.093.466,34 euros del propio pasivo de la Mancomunidad, siendo esta última cifra repartida entre los once municipios de la Mancomunidad. Así, y por ejemplo, Los Palacios y Villafranca recibe las obligaciones correspondientes a 4.374.635,17 euros de este pasivo, Utrera un pasivo de 5.837.849,23 euros y El Coronil un pasivo de 754.241,63 euros.

El expediente de liquidación, además, recoge la creación de un "condominio" sobre el edificio de la sede institucional de la Mancomunidad, ubicado en Lebrija, así como la "enajenación mediante subasta" de determinados bienes muebles inventariados y la reversión a los ayuntamientos de diversos inmuebles cedidos por los mismos para determinados servicios, como es el caso de la planta de reciclaje de residuos sólidos urbanos de Utrera, el complejo turístico Las Chozas o el edificio del instituto de educación secundaria (IES) José Cabrera de Trebujena o el vertedero del Cornejil, ubicado en Lebrija.

La junta y el tribunal de cuentas

Igualmente, este documento inicial propone reclamar a la Junta de Andalucía "que arbitre un mecanismo que facilite a los ayuntamientos mancomunados el pago de sus obligaciones de manera asumible (...), sin que en ningún caso ponga en peligro la supervivencia de los respectivos ayuntamientos", así como solicitar al Tribunal de Cuentas una fiscalización de las cuentas de este organismo para la "determinación de posibles responsabilidades técnicas y políticas".

Fue precisamente en junio de 2012, cabe recordarlo, cuando el pleno de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir acordó iniciar el trámite correspondiente a su disolución y posterior liquidación. El documento relativo al "acuerdo inicial de disolución y correspondiente plan de liquidación", aprobado por el pleno de la Mancomunidad y recogido por Europa Press, desgranaba en ese sentido la "grave crisis" de este organismo y resolvía su desaparición porque "no es posible que ahora ni en un futuro próximo cumpla ninguno de los fines para los que fue creada" la institución.