El Consell Valencià de Cultura (CVC) ha alertado de que el sector cultural valenciano es "uno de los más perjudicados de España debido a los problemas de supervivencia de las fundaciones y obras sociales de las entidades financieras valencianas recientemente desaparecidas".

Así se ha puesto de relieve durante la presentación de la publicación en forma de opúsculo de su documento 'Informe sobre la situación del mecenazgo y el patrocinio español', informa el organismo consultivo en un comunicado.

El acto ha sido introducido por el presidente de la institución, el profesor Santiago Grisolía, que ha citado iniciativas como la Fundación Esther Koplowitz o el Proyecto Lanzadera, sufragado por el propietario de Mercadona, Juan Roig, como ejemplos que deberán ser imitados por otros empresarios españoles, poco imbuidos de la cultura del mecenazgo, particularmente extendida en los países anglosajones, ha manifestado.

A continuación, el consejero Martín Quirós, miembro de la institución y de la ponencia redactora del informe —junto con Ana Noguera— ha disertado sobre el proceso de elaboración del dictamen y sus contenidos.

De este modo, ha recordado que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del Centro de Investigación Príncipe Felipe en octubre de 2011 fue el origen del propósito del CVC de dedicar un trabajo a la legislación sobre fundaciones y mecenazgo, como una vía de financiación de instituciones científicas y culturales públicas "insuficientemente dotadas en la actualidad".

Asimismo, ha comentado que el mecenazgo puede ser una de las mejores inversiones en imagen de cualquier empresa, y, unido a la publicidad asegura retornos significativos de los recursos invertidos.

Por su parte, Ana Noguera ha considerado que el problema no está tanto en la legislación —de hecho, la española es mejor que algunas otras de su entorno— como "en defectos culturales de la sociedad, ya que la cultura del mecenazgo no ha calado todavía entre nuestros empresarios", ha agregado.

Bajan las donaciones un 70%

El informe, que fue aprobado por el pleno del CVC el pasado mes de febrero, revela que el importe donado por inversiones y gastos de interés cultural en España se ha reducido en siete años, entre 2003 y 2009, un 70 por ciento, al pasar de una cantidad de 9,7 millones de euros a solo 2,8.

De igual modo, el número de declaraciones en las que se ha aplicado una reducción por este concepto se ha rebajado de las casi 33.000 del principio del período a apenas 3.500.