La Junta registró el pasado verano 180 asistencias sanitarias por excesivas temperaturas y recuerda consejos a seguir

Mayores, discapacitados y niños son los más vulnerables ante estos episodios, ante los cuales se evita salir de casa o beber mucho líquido
Termómetro ola de calor
Termómetro ola de calor
EUROPA PRESS
Termómetro ola de calor

El sistema de información sobre las repercusiones en la salud de las temperaturas elevadas de Castilla y León registró el pasado verano cerca de 180 asistencias sanitarias en pacientes debidas al calor entre el 1 de junio y el 15 de septiembre.

El sistema recibe información de los casos atendidos en centros públicos a través de la Dirección General de Asistencia Sanitaria y de los pacientes atendidos en centros privados por medio de los Servicio Territoriales de Sanidad y Bienestar Social de la Consejería de Sanidad, que ofrece diversos consejos para superar estos episodios de altas temperaturas que se registran en verano.

Precisamente los más vulnerables al calor son las personas discapacitadas, los mayores y los niños, fundamentalmente entre junio y agosto. Así, el pasado año el mes en el que mayor número de asistencias se realizó fue agosto, con 61 asistencias (el 33,9 por ciento del total), con la semana del 20 al 26 de agosto con la más intensa, con 25 asistencias.

En el mes de julio se registraron 58 atenciones por este motivo (el 32,2 por cietno del total), con la semana del 16 al 22 con el número más importante de ellas, con 20. En junio de 2012 también se realizó un número importante de asistencias, con 53 (el 29,4 por ciento) y precisamente fue en este mes cuando se registró la semana con mayor número de incidencias, entre el 25 y el 30, con 30 asistencias.

Además, en el mes de septiembre se registraron otros ocho casos, lo que supuso tan sólo el 4,4 por ciento del total de asistencias del periodo en el que estuvo activado el sistema, que se encuadra en las medidas previstas por la Junta ante episodios de ola de calor que pudiera afectar a las personas y al medio ambiente ('Guía de respuesta ante el riesgo de olas de calor' del Plan de Protección Civil) y el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud, coordinado por el Ministerio de Sanidad.

Por lo que se refiere a las comunicaciones, la Dirección General de Asistencia Sanitaria fue la que mayor número de asistencias informó (178, el 98,9 por ciento), mayoritariamente procedentes de Atención Primaria (126, el 70 por ciento) y conocidas a través de la aplicación 'Medora' —Historia Clínica electrónica en Primaria—, que por primera vez se incorporó en 2012, han informado a Europa Press fuentes de la Consejería de Sanidad.

A lo largo del pasado verano, la mayoría de las asistencias que se realizaron por este motivo se llevaron a cabo en centros sanitarios públicos, el 70 por ciento en Atención Primaria (126), el 18,3 en Especializada (33) y el 10,6 por ciento en Emergencias Sanitarias (19). Sólo se notificaron dos asistencias (1,1 por ciento) en centros privados.

Las provincias que más asistencias notificaron fueron Valladolid, con 41 (22,8 por ciento), seguida de León con 34 (18,9); Burgos con 27 (15 por ciento) y Ávila con 22 (12,2 por ciento). En el extremo opuesto se situaron Soria, con siete (3,9 por ciento); Zamora, con 10 (5,6); Salamanca, con 11 (6,1) y Palencia y Segovia, con 14 casos en las dos (el 7,8 por ciento).

De las personas atendidas, un total de 177, el 64,4 por ciento eran hombres (114), mientras que el 35,6 por ciento eran mujeres (63) y la edad media de los pacientes atendidos de 42,3 años, con un rango de 3 a 99.

El diagnóstico más frecuente fue "golpe de calor e insolación", que se realizó en 134 asistencias (75,7 por ciento), seguida de "efectos no especificados del calor" en el 9,6 por ciento de los casos (17 atenciones).

Se da la circunstancia de que en se registró la existencia de patología previa en 37 casos (20,9 por ciento), la más frecuente de ellas la enfermedad cardiovascular (14 casos, un 37,8 por ciento), seguida de la endocrina-metabólica (siete casos, un 37,8 por ciento) y la mental (cinco, un 13,5 por ciento). Se declaró específicamente la ausencia de patología previa en 74 casos (41,8 por ciento) y en 66 (37,3 por ciento) se desconocía si existía enfermedad concomitante en el paciente.

Entre las causas favorecedoras de estos casos destaca la exposición prolongada a temperaturas elevadas (47 casos, el 55,3 por ciento), seguida de la actividad lúdico/deportiva (22 casos, el 25,9 por ciento) y la actividad laboral (16 casos, el 18,8 por ciento).

Del total de casos, se han registrado 32 ingresos en un centro hospitalario (18,1 por ciento) que evolucionaron favorablemente y no se han notificado fallecimientos por causas relacionadas con la exposición a temperaturas elevadas.

Consejos ante las olas de calor

Ante estos episodios de elevadas temperaturas, en el Portal de Salud de la Junta de Castilla y León (www.saludcastillayleon.es) se encuentran algunos consejos para la población tanto para evitar los golpes de calor como para vigilar la exposición al sol y tener precaución con la misma.

Así, se explica que los mayores, discapacitados y niños menores de cinco años son quienes deben estar protegidos especialmente del calor, además de las personas con enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, cardiopatía, obesidad, alcoholismo), quienes tomen medicación habitualmente y las que realizan trabajos físicos intensos o deporte al aire libre cuando hay temperaturas elevadas.

Entre los efectos del exceso de calor, la Consejería informa de que estos son calambres, por pérdida de sales; agotamiento (malestar, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, sed intensa); deshidratación (decaimiento y sensación de postración); golpe de calor (nauseas, vómitos, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados, inestabilidad al andar, mareos, pudiendo llegar a tener convulsiones y coma).

Por ello, entre los consejos para la protección están evitar salir de casa durante las horas centrales del día (entre 12.00 y 18.00 horas); beber más líquidos, sin esperar a tener sed (sobre todo agua y zumos de fruta ligeramente fríos); evitar comidas copiosas, tomar verduras y frutas, comer menos cantidad y más veces al día, así como no tomar comidas calientes ni abuse de las bebidas alcohólicas.

De la misma forma, se aconseja reducir la actividad física, descansar con frecuencia a la sombra, usar ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares.

Otros consejos son permanecer en espacios ventilados o acondicionados; cuando se esté en casa, utilizar las habitaciones más frescas; bajar las persianas y cerrar ventas durante el día y abrir por la noche para ventilar o mantener los alimentos en el frigorífico y vigile siempre las medidas higiénicas de conservación.

Finalmente, se recuerda que cuando se estacione el coche no se debe dejar en el interior a niños ni ancianos con las ventanillas cerradas y se aconseja ayudar a las personas que puedan estar en mayor riesgo de sufrir los efectos del calor.

Ante una persona con un golpe de calor, lo primero que se debe hacer es llamar al 112, colocar al enfermo a la sombra, quitarle ropa para airearle y, si está consciente, colocarle con la cabeza ligeramente elevada y ofrecerle abundante agua. Refrescar con agua fría o hielo, sobre todo la cara y axilas pero no introducirle en la bañera, colocarle tumbado de lado con las piernas flexionadas o nunca dar líquidos a una persona inconsciente son otros de los consejos.

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