El sindicato UGT Extremadura ha criticado este miércoles que, pese a la "puntual moderación" del IPC, los precios "siguen creciendo" a un ritmo "incoherente" respecto la "depresión económica" de Extremadura.

En una nota de prensa, el sindicato ha alertado de que la subida de precios en componentes básicos de la cesta de la compra, como los alimentos (0,5%) o el vestido (0,5%), impactan "sobremanera" en aquellos que tienen "menos posibilidades de proteger su capacidad adquisitiva", como los trabajadores en desempleo o los pensionistas.

Así, ha explicado que el IPC en mayo ha registrado una variación positiva de una décima en Extremadura, la mitad de la subida registrada en el ámbito nacional, "pero sustancialmente superior a la registrada en el mismo mes del año pasado".

Además, ha señalado que en Extremadura, la moderación 'inflacionista' de mayo se deriva de la evolución "claramente contractiva" de los precios de los carburantes (-0,7%) que se han moderado respecto de meses anteriores y del mismo mes del año pasado.

En menor medida cabe destacar el retroceso de los viajes organizados (-0,5%). Por el contrario existen elementos que siguen afectando directamente al poder de compra como son un nivel de precios interanual en alimentos del 4%, enseñanza (7,3%) o medicina (12%), muchos de ellos directamente relacionados con las subidas de impuestos y tasas gubernamentales.

"profunda situación de recesión"

Por otro lado, el sindicato ha criticado que esta "contención de la inflación" se corresponde con una economía en una "profunda situación de recesión", y en la que el poder adquisitivo de "amplias" capas sociales se ve mermado por la reducción de la remuneración de los asalariados.

"Y en paralelo, la actividad de la mayoría de sectores y actividades continúa en retroceso, sin demanda para sus productos, y destruyendo empleo como ha sucedido desgraciadamente en Fuentecapala", añade.

Para concluir, UGT ha señalado que, como indicaba el INE el pasado día 10 de junio, el coste laboral por hora trabajada sin estacionalidad "sigue bajando".

De este modo, añade, los costes salariales reales de las empresas "se han desplomado un 10% desde 2009 y cada vez es más barato producir, y cada vez se valora menos el trabajo".

"Mientras tanto, las empresas de muchas actividades no están traduciendo esa caída salarial en más inversión, menores precios y más empleo. Al contrario. Se están aprovechando del abaratamiento del trabajo para seguir consiguiendo beneficios", ha criticado.

Asimismo, ha señalado que esta política de "devaluación salarial" tan solo puede generar "ganancias de competitividad puntuales y volátiles, inútiles en el medio plazo", mientras que producen "una pérdida de calidad de vida y un aumento de los niveles de pobreza y de desprotección social estructurales".