"Puedo hacer que los líquidos bailen", dice Corrie White sobre su modo de fotografiar el agua. La artista holandesa afincada en Canadá captura con pasión las gotas, convirtiendo el momento en el que caen, se sumergen y se funden con el resto del líquido en un espectáculo cristalino de estructuras congeladas y de colores.

Un encuentro fortuito en Internet con ejemplos de macrofotografía de gotas de agua la incitó en 2009 a hacer sus primeros experimentos. Comenzó siguiendo las indicaciones de algunos tutoriales en la red y armada con un humilde cuentagotas. Poco después descubrió herramientas electrónicas como el temporizador —que en sincronía con la cámara y el flash es capaz de capturar lapsos de tiempo tan fugaces como imperceptibles para el ojo humano— o el Drip Kit, un accesorio para el temporizador que permite fotografiar colisiones entre dos o más gotas.

"Hipnotizada" por las infinitas formas que producía cada caída y motivada por el más difícil todavía, White ha perfeccionado su técnica hasta conseguir imágenes innovadoras en la macrofotografía del agua. Entre sus logros hay imágenes que unen con nitidez hasta tres salpicaduras diferentes, vistas panorámicas de varias gotas cayendo al mismo tiempo, combinaciones de gotas de mayor tamaño que producen una inesperada cúpula en el resto de la salpicadura... En el ordenador no retoca más que el balance de color y luz de las imágenes, el resto es producto de la práctica y de la casualidad.

Para lograr los tonos utiliza colorante alimentario y coloca objetos y láminas de plástico como fondo de la foto o en el recipiente: una lámina de papel de plata, unos caramelos o un CD bastan para contribuir a la atmósfera etérea en la que parece flotar la escultura efímera. También juega con la espesura añadiendo al líquido jabón, leche o xantano (un popular espesante alimentario) para provocar nebulosas, figuras opacas y contornos que resaltan en la superficie transparente del agua.

A veces, las formas aleatorias juegan a su favor, como en la asombrosa foto Lady in White (Mujer de blanco), en la que una gota de leche que cae sobre la superficie de una sartén llena de agua forma por azar la figura de una mujer.