Premios Nobel abogan por priorizar reformas estructurales, empleo y productividad sin "obsesionarse" con reducir deuda

Pissarides ve "insostenibles" las pensiones y aboga por "dar la opción de jubilarse a una edad más avanzada para no perder derechos"
Los Nobel de Economía Pissarides, Kydland y Maskin, en Valencia.
Los Nobel de Economía Pissarides, Kydland y Maskin, en Valencia.
EUROPA PRESS
Los Nobel de Economía Pissarides, Kydland y Maskin, en Valencia.

Los economistas Christopher Pissarides, Eric S. Maskin y Finn Erling Kydland, ganadores del Nobel de Economía en 2010, 2007 y 2004, respectivamente, han abogado este lunes por priorizar la realización de reformas estructurales, la creación de empleo y el incremento de la productividad, sin "obsesionarse con la reducción de la deuda".

Así lo han señalado en la rueda de prensa que han ofrecido en Valencia con motivo de su participación en la deliberación de los Premios Rey Jaime I, preguntados por el debate acerca de las políticas de austeridad para reducir déficit y las de crecimiento.

Pissarides mantiene que "empezar reduciendo el déficit es un error", al considerar que "primero deberían realizarse las reformas estructurales que son necesarias, que ya implican un impacto negativo sobre la economía" y "en tres o cinco años, cuando empiecen a tener efecto esas reformas", centrarse en el equilibrio presupuestario.

A su juicio, el orden debería ser "primero reformas estructurales y segundo equilibrar el déficit" dado que ambas medidas suponen una contracción económica y, sumadas, puede tener un "impacto excesivo".

Así, plantea que "hay que volver al equilibrio presupuestario a medio o largo plazo", pero advierte de que "hacerlo al mismo tiempo que las reformas estructurales es un error".

Maskin ha ratificado esas palabras y ha apuntado que "en tiempos de elevado desempleo, la prioridad es que los trabajadores vuelvan a trabajar y no tanto obsesionarse con la reducción de la deuda", ya que la reducción del gasto público "tiene a corto plazo un impacto negativo sobre el empleo", que "debe priorizarse en este momento".

Kydland también aboga por "recuperar el empleo" pero matiza que "no es tan fácil" y que países como España, Italia y Portugal deben incrementar su 'productividad total de los factores', que subió hasta 1995 y se mantiene constante desde entonces, como factor del que dependen el avance tecnológico y la mejora de trabajo y salarios.

Para lograrlo, apunta a mecanismos como la I+D+i, cuya financiación se ha resentido por la crisis, y lo ve "difícil" para las empresas "cuando no está fluyendo el crédito y no están teniendo suficiente financiación para mantener su nivel de actividad". En consecuencia, también duda de que pueda recuperarse ese empleo.

Sobre este tema, Maskin ha apostillado que la crisis reporta a países como España la "ventaja" de haber evidenciado que "hacía falta remediar el problema de la productividad", de modo que éstos "tienen la oportunidad de hacer lo correcto" y solventar esta cuestión.

A preguntas de los periodistas, ha admitido que la necesidad de apostar por la I+D+i está más patente en el ámbito económico que en el político dada la visión cortoplacista de los políticos, a veces "más preocupados por su reelección que por políticas de medio y largo plazo como la I+D+i o educación, que son esenciales".

En cuanto a la reforma laboral española, Pissarides subraya que el problema de este mercado reside en su dualidad y en que una parte está "muy protegida por la normativa laboral y los sindicatos", colectivo en el que cree que habrá que esperar a ver si esa reforma ha sido "suficientemente contundente para eliminar esa rigidez".

Ahondar en la reforma laboral y contrato único

Opina, no obstante, que será necesaria "una segunda fase" y que si bien es pronto para evaluar la efectividad de las nuevas medidas, intuye que "será necesario continuar en esa dirección".

Respecto a la efectividad de bajar salarios a raíz de la propuesta del Banco de España de que se pueda contratar por debajo del Salario Mínimo Interprofesional a trabajadores con especiales dificultades de empleabilidad, considera que "podría tener un impacto" para reducir el paro juvenil pero no solucionaría el problema del mercado laboral.

Pissarides sí considera "una buena idea" alcanzar un acuerdo global sobre el "contrato único", al considerar que reportaría un mejor resultado que la dualidad actual si se atiende a colectivos vulnerables como jóvenes y mujeres. Es más, achaca la oposición a esa medida al "egoísmo" por la "incertidumbre" que podría suponer sobre los contratos actuales y a que las personas con empleo están "más representadas" que los parados y quienes no han accedido al mercado.

Vincular pensiones a esperanza de vida e ipc

En cuanto al futuro de las pensiones, los tres Nobel de Economía coinciden en la conveniencia de vincularlas a la esperanza de vida y el IPC, argumento que Maskin asienta en que "son un seguro" y que desvincula de cómo renegociar el sistema de pensiones para que esa renta futura que se asegura esté sustentada económicamente.

Sobre este tema, Pissarides afirma que los sistemas de pensiones en Europa son "completamente insostenibles", salvo el noruego, y que ante el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida en países como España, sólo cabe aumentar los impuestos sobre las rentas del trabajo, reducir las pensiones (no revalorizarlas) o elevar la edad de jubilación, opción que considera "la lógica".

Aboga, en este sentido, por "dar la opción de jubilarse a una edad más avanzada para no perder derechos sobre la pensión", postura que comparten sus dos colegas, quien se muestran partidarios de "trabajar hasta que uno se encuentre en condiciones".

El noruego Finn Erling Kydland ganó el Nobel en 2004 por sus contribuciones a la macroeconomía dinámica: la consistencia en el tiempo de la política económica y las fuerzas impulsoras detrás del ciclo económico, el neoyorquino Eric S. Maskin en 2007 por su análisis del funcionamiento de los mercados cuando no se dan las condiciones en las que su comportamiento es eficiente, y Christopher Pissarides, en 2010, por sus contribuciones a la macroeconomía y a la teoría de los mercados con fricciones de búsqueda.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento