IULV-CA reclamará en el próximo pleno de la Diputación Provincial de Huelva que esta se declare "insumisa" ante la reforma de la administración local que plantea el Gobierno central.

Según ha informado la formación en una nota, el portavoz de IULV-CA en la Diputación, Rafael Sánchez, ha indicado este lunes que su formación que van a defender una iniciativa en el pleno que tendrá lugar el próximo miércoles para que la institución provincial "se declare insumisa ante la Reforma de la Administración Local".

Lo que pretende Izquierda Unida con esta moción es que "cuando la reforma que quiere imponer el Gobierno central del PP entre en vigor, la Diputación de Huelva se comprometa a no privatizar ningún servicio público municipal de los ayuntamientos que pierdan sus competencias". Además, Izquierda Unida reclama a la Diputación que ponga en marcha "los mecanismos legales necesarios para que los municipios que pierdan sus competencias puedan recuperarlas y ejercerlas".

Sánchez ha recordado que un total de 50 municipios de menos de 5.000 habitantes de los 54 que hay en la provincia de Huelva "no cumplen con el coste estándar impuesto para prestar sus servicios públicos y están amenazados con perder sus competencias", lo que supondrá "pérdida de puestos de trabajo y perjudicará a las personas que residen en dichos municipios", ha precisado el portavoz de IU en la Diputación.

Además, IU quiere que el organismo provincial convoque a la totalidad de los alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados para hacer un frente común municipal contra esta reforma.

En contra del dragado

Por otra parte, Izquierda Unida defenderá otra iniciativa para que la Diputación se posicione en contra del proyecto del dragado del Guadalquivir, "ya que se trata de una obra que va a perjudicar a los sectores agrarios de Huelva y Cádiz y va a provocar daños medioambientales en Doñana, mientras solo beneficiaría a la ciudad de Sevilla", ha agregado Sánchez Rufo.

Ha indicado que el dragado del Guadalquivir es una obra que permitiría la llegada de barcos de gran calado al puerto de Sevilla, "provocando graves daños en Doñana y en su entorno", además de provocar "la pérdida de puestos de trabajo en las explotaciones agrícolas de la zona y perjudicar el tráfico de los puertos de Huelva y Cádiz".