Álex Zambrano repartía panfletos de la próxima huelga de hipotecas convocada en junio durante la concentración ante la sede del Sareb ('banco malo') en Madrid, cuando un agente de la policía le pidió la identificación al tratarse de una acción de la que no se había informado. "Estaba supertranquilo repartiendo panfletos, y de repente ha llegado un policía para identificarme. Le he preguntado por qué, y me ha contestado que estaba en una concentración ilegal, a lo que le respondí 'igual que las otras 300 personas', asegura este joven.

Al identificarse, Álex dio al agente su tarjeta de crédito para que fuera tomando los datos a la espera de encontrar el DNI. "Pero no sé qué ha pasado, que he preguntado '¿Y toda esta gente de aquí?, se ha acercado todo el mundo y se ha puesto nervioso", relata. En el momento de entregarle el carné, el antidisturbios agarró su mano para empujarle hacia el furgón de la policía. "Me ha empotrado contra la lechera", añade.

Después, y sin explicarse por qué motivo, le dieron una vuelta por Madrid. "Me han dado vueltas en un coche incomunicado, les he oído decir 'le dáis una vuelta y lo tenéis entretenido'. Como nadie me ha dicho que estaba detenido he aprovechado para tuitear".

Para entonces ya tenía contusiones en un hombro y las muñecas,  un hecho que ha constatado el Samur, según explica. "El policía que me ha detenido me ha pedido perdón después", concluye.

Alex se encuentra en libertad con cargos por "no identificarse y por resistencia a la autoridad. "Lo absurdo de todo esto es que persiguen a la gente que defiende derechos fundamentales de las personas cuando hay tanto chorizo".