El consejo municipal de Oslo ha anunciado por sorpresa este martes la aprobación del proyecto diseñado por el estudio español Herreros Arquitectos para un nuevo Museo Munch, tras varios años de disputas entre varios partidos a nivel local.

Herreros Arquitectos, un estudio perteneciente al catedrático en arquitectura Juan Herreros, ganó en 2009 un concurso internacional convocado por el ayuntamiento de Oslo con una propuesta bautizada Lambda, que optaba por situar el museo en el barrio de Bjørvika, junto al puerto, en un área en expansión y cerca de la nueva Ópera.

Pero dos años después el derechista Partido del Progreso retiró su apoyo al proyecto y aprobó con la izquierda descartar 'Lambda' y estudiar varias alternativas en otras zonas de Oslo.

Después de años de rifirrafes, el consejo municipal presentó este martes una mayoría formada por conservadores, que detentan la alcaldía; liberales, democristianos y el Partido de Izquierda Socialista, que ha aceptado cambiar de bando a cambio de una partida de inversiones públicas para el barrio de Tøyen.

En ese área junto a la zona vieja de Oslo se encuentra el actual Museo Munch, inaugurado en 1963 y que se ha quedado anticuado y pequeño para albergar la obra del artista, legada en su testamento a las autoridades municipales.

La polémica sobre la ubicación del nuevo museo, que ha enfrentado también al mundo de la cultura, ha estado más que nunca de actualidad en los últimos meses, ya que en 2013 se celebra el 150 aniversario del nacimiento del autor de El grito, al que las autoridades han dedicado un amplio programa de actos.

"Este es un día histórico para Oslo, lo que hemos acordado marcará la ciudad en el futuro", dijo hoy en rueda de prensa el presidente del consejo municipal, Stian Berger Røsland.

Røsland defendió que Lambda es la mejor alternativa en cuanto a costes, calidad y posibilidad de ser realizada.

El director del actual museo Munch, Stein Olav Henrichsen, habló de "día fantástico", mientras que la ministra de Cultura, la laborista Hadia Tajik, se felicitó porque ahora la herencia del pintor será administrada "de una forma digna".

El nuevo Museo Munch podría estar listo en 2017, cuatro años después de la fecha fijada inicialmente para su inauguración.

Para el estudio, la aprobación del proyecto este martes ha llegado "con cierta sorpresa", explica a 20minutos Juan Herreros, también profesor de la Universidad de Columbia (Nueva York). "Ha sido un proceso largo, sabíamos que los partidos buscaban un acuerdo para avalar el proyecto, pero no esperábamos que fuera a suceder hoy".

"Hemos tenido paciencia y nunca nos hemos rendido", afirma el arquitecto. Aunque la luz verde haya llegado con demora, Herreros se muestra muy contento, no tanto por la decisión política, asegura, si no porque han retomado el proyecto con "un consenso generalizado de la sociedad civil, de los medios de comunicación y del país", un beneplácito con el que no contaban cuando el proyecto se aprobó, en 2008. "Para nosotros ésa es la buena noticia, en un país tan democrático como Noruega, no es suficiente con que los partidos políticos te apoyen".

Munch es el artista más importante de Noruega y su museo era un proyecto "tremendamente importante" para el país, asegura el catedrático.

Por esa razón el edificio "estaba abocado a ser polémico, lo firmara quien lo firmara", explica Herreros. "En aquel momento conseguir un consenso era muy complicado y el que el equipo ganador no fuera noruego no ayudó".

No obstante, el arquitecto valora de forma positiva esa visión foránea. "Hemos aportado una visión diferente, al principio chocó pero gracias al parón ha habido tiempo para que nuestra propuesta sea aceptada", reflexiona.  "Era algo muy novedoso, un tipo de edifcio que la gente claramente no esperaba, una tarjeta postal de el Oslo del siglo XXI que no estaba en la imaginación de la gente, porque nosotros no pertenecemos a esta ciduad. Era la mirada del forastero que necesitaba tiempo para ser asimilada", confiesa.

Por eso, aunque "todo puede cambiar en cualquier momento" tienen plena confianza en que ya no habrá otra marcha atrás. "Oslo tiene ya asumida esta condición y hay una voluntad por materializarlo".

Por otro lado, que una obra tan importante esté firmada por una arquitecto español es, para Herreros, un "indicativo importante del aprecio" que, en estos momentos, hay por la arquitectura española en el mundo.

"Fue un concurso muy importante en su momento, con competidores de gran nombre. Fue el gran concurso de ese año", recuerda Herreros. "De 20 equipos que se presentaron, cuatro eran españoles, éramos la quinta parte".