España se mantiene firme contra la convergencia interna que defiende Bruselas para las ayudas de la PAC

España se mantiene firme en contra de la convergencia interna que defiende Bruselas para el reparto de la ayudas de la nueva Política Agraria Común (PAC) dentro de cada país, al entender que perjudica los intereses del campo español, y considera que la flexibilización de esta 'tarifa plana' es una línea roja que determinará su apoyo a la reforma, en curso de negociación.

España se mantiene firme en contra de la convergencia interna que defiende Bruselas para el reparto de la ayudas de la nueva Política Agraria Común (PAC) dentro de cada país, al entender que perjudica los intereses del campo español, y considera que la flexibilización de esta 'tarifa plana' es una línea roja que determinará su apoyo a la reforma, en curso de negociación.

Los ministros de Agricultura de la UE se reúnen este lunes y martes en Dublín en una sesión informal a la que también asisten representantes del Parlamento Europeo, con el objetivo de acercar posiciones y allanar el camino para lograr un acuerdo político que renueve la PAC este mismo mes de junio.

En los contactos con sus socios europeos y con el comisario del ramo, Dacina Ciolos, el ministro español, Miguel Arias Cañete, ha señalado que la flexibilización de la convergencia interna es una "línea roja" para España, que podría llevar a votar "en contra" de la reforma si no se respeta esta condición, han informado a Europa Press fuentes del Ministerio.

El Ejecutivo comunitario quiere asegurar un mismo nivel de ayuda a todos los agricultores de un mismo país, independientemente de su región o cultivo, pero países como España e Irlanda no ven con buenos ojos esta medida, porque temen un trasvase de fondos de unas regiones a otras, y piden limitarla.

La posición que los gobiernos europeos han consensuado para estas negociaciones prevé que esta convergencia interna se limite, en concreto, asegurando que en 2019 el productor que reciba menos del 90 % de la ayuda media que se concede en su región cuente con un apoyo adicional, equivalente a un tercio de la cantidad que le separe del 100 %.

Esta fórmula satisface a España, pero no al comisario Ciolos, que en reuniones pasadas ha reclamado a los Estados miembros un compromiso de mínimos.

En Dublín, el responsable comunitario de Agricultura ha abierto la puerta a cierta "flexibilidad", pero ha insistido en que "no es negociable" que exista "un mínimo de convergencia", según han explicado fuentes de su gabinete. "No es aceptable diferencias tan grandes en los pagos directos" a los agricultores, se ha justificado.

La idea de hacer converger los apoyos para la agricultura europea, para que todos los productores reciban ayudas equivalentes por hectárea, independientemente de su cultivo o región es un esquema que Ciolos pide para un "reparto más justo y equilibrado" del gasto agrícola de la UE.

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