El mayor juicio por narcotráfico de la historia de Baleares acaba con 40 absueltos

  • La anulación de las escuchas telefónicas incriminatorias ha sido la causa.
  • En el 'caso Kabul' había un total de 52 acusados.
  • Una de las absueltas es 'la Paca', una matriarca ya encarcelada por otros delitos.
  • Las penas impuestan suman 56 años de cárcel y multas por 4,4 millones de euros.
Imagen de archivo de Francisca Cortés Picazo, conocida como 'la Paca', la matriarca de uno de los principales clanes del poblado de Son Banya de Palma, y que ha sido absuelta en el mayor juicio por narcotráfico de la historia de Baleares.
Imagen de archivo de Francisca Cortés Picazo, conocida como 'la Paca', la matriarca de uno de los principales clanes del poblado de Son Banya de Palma, y que ha sido absuelta en el mayor juicio por narcotráfico de la historia de Baleares.
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Imagen de archivo de Francisca Cortés Picazo, conocida como 'la Paca', la matriarca de uno de los principales clanes del poblado de Son Banya de Palma, y que ha sido absuelta en el mayor juicio por narcotráfico de la historia de Baleares.

La Audiencia de Palma ha absuelto a 40 de los 52 acusados en el mayor proceso por narcotráfico de la historia de Baleares, conocido como 'caso Kabul', el declarar nulas las escuchas telefónicas que permitieron incriminar a la gran mayoría de los encausados.

Entre los absueltos está Francisca Cortés Picazo, conocida como 'la Paca', antigua matriarca del poblado chabolista de Son Banya de Palma, ya encarcelada por otros delitos y que en este juicio se enfrentaba a una petición de pena de 19 años y medio de cárcel por diversas acusaciones en relación a una trama múltiple de tráfico de cocaína y heroína en Mallorca e Ibiza.

En una sentencia notificada este lunes, la sección segunda de la Audiencia provincial dicta condenas de entre 7 y 3 años de prisión por delitos contra la salud pública (tráfico de drogas) para diez personas y de un año de cárcel para otro de los procesados, en este caso por tenencia ilícita de armas, mientras que deja en suspenso la petición fiscal de sobreseimiento respecto a otro acusado.

En el juicio, que dio comienzo en enero en unas dependencias especialmente habilitadas en un polígono industrial de Palma y concluyó a principios de abril, la Fiscalía solicitó para los acusados penas que sumaban casi 700 años de prisión y multas que rondaban, en total, los 29 millones de euros.

Las penas finalmente impuestas, todas atenuadas por "dilaciones indebidas" en el proceso, suman 56 años y medio de cárcel y las multas ascienden a 4,4 millones de euros.

La sala segunda de la Audiencia provincial, que preside Diego Jesús Gómez-Reino, respalda su decisión de anular las escuchas telefónicas autorizadas por el juez instructor en una sentencia del Tribunal Constitucional, en la que se recalca que la intervención de las comunicaciones no puede basarse en suposiciones sobre la participación en delitos de los afectados.

"Las escuchas constituían una medida de prospección" que no se motivó suficientemente por el instructor y, además, los investigadores no sopesaron "solicitar judicialmente una medida inicial menos invasiva", argumentan los magistrados, que ponen de relieve que ni siquiera se hicieron seguimientos físicos a los supuestos traficantes "pinchados".

La sala atribuye al juez instructor el papel de "mero espectador" que dio "el visto bueno" a la petición de los investigadores policiales "sin poner el más mínimo reparo", lo que ha devenido en la nulidad tanto de las primeras escuchas como de las derivadas de la información obtenida en ellas.

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