El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Luis Planas, ha insistido en la conveniencia de evaluar el proyecto de dragado de profundización del río Guadalquivir que promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla de manera "seria" y "rigurosa", después de la reunión mantenida este miércoles en Madrid entre distintos agentes implicados —incluidos el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Sevilla—, encuentro tras el que, según el responsable autonómico, "no hay noticia".

En declaraciones a los periodistas, Planas, que ha puesto de manifiesto la "descortesía" que a su juicio supone el no haber invitado a la Junta andaluza a dicha reunión, ha recordado asimismo que el Ministerio ya hizo manifestaciones a la Unión Europea en las que aludía a la necesidad de una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

"Espero que el ministro mantenga esa posición, lo conozco y sé que es una persona de cultura y vocación europea, por lo que es lógico que se mantenga esta posición ya adoptada", ha subrayado.

Por lo demás, el consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha vuelto a incidir en que "no es una polémica de 'sí' o 'no' al dragado", sino que este asunto está "íntimamente relacionado" con el cumplimiento de la DIA y con los condicionantes señalados por la comisión del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que realizó el correspondiente estudio. "Ésa es la posición de ayer, hoy y mañana: entiendo que al Ministerio no se le ha presentado aún documentación, y cuando se le presente, tendrá que decidir", ha añadido.

A juicio de Planas, lo primero es "hablar sobre cosas reales", habida cuenta de que a día de hoy "no hay sobre la mesa un expediente sobre el cual tomar posición". A este respecto, ha recordado que la Junta siempre ha apostado por el Guadalquivir como "espina integral", al igual que Doñana —cuyo Consejo de Participación, que se celebra el próximo lunes, albergará el debate sobre el tema—, por lo que "cuando se habla hay que hacerlo con todas las precauciones necesarias".

Es, para el consejero, un asunto que hay que tratar "con mucho cuidado y cariño", ya que es "muy serio desde el punto de vista medioambiental, económico y social" y en el mismo hay que examinar "todos los condicionantes medioambientales y de afección".