El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, ha asegurado este miércoles en el pleno de las Cortes autonómicas que la Junta "no ha cerrado ningún centro de Control de Calidad" de los nueve que existen en la Comunidad, sino que se ha "suspendido temporalmente" la actividad de siete de ellos debido a que su trabajo se centra en la construcción y la edificación, sectores cuya demanda ha caído debido a la crisis económica.

Silván ha elogiado la "labor" de los profesionales de estas instalaciones y ha prometido reestructurar el servicio para que puedan prestar servicio "en otro lugar de la Administración", de forma que se "garantice" la "eficacia" de los mismos y "su puesto de trabajo".

Así, ha explicado que a partir de ahora pasarán a desempeñar su trabajo en otros laboratorios del Ejecutivo autonómico adscritos a las consejerías de Fomento y Medio Ambiente, Sanidad y Agricultura y Ganadería.

Sin embargo, la procuradora socialista Ana María Muñoz de la Peña ha insistido en que se trata de un "cierre" que ha definido "a lo Cospedal"; es decir, "en diferido y simulado", a la vez que ha insistido en que este "cierre" se realizará a partir del 1 de junio "sin posibilidad de negociación".

Además, ha rechazado el argumento del consejero y ha advertido de que "la única justificación" de este cierre es la "mala dirección, mala gestión y negligencia" de Silván, a la vez que ha acusado a la Consejería de "subcontratar" a empresas privadas mientras se deja "sin trabajo" a estos centros, cuyo cierre responde a "un plan premeditado", según Muñoz de la Peña, tras "invertir en ellos cuatro millones de euros sin criterio".