El perfil del extranjero que compra vivienda en España está cambiando. Y más que cambiará cuando el Gobierno empiece a conceder el permiso de residencia a los que compren una vivienda habitual. Pero hasta que eso ocurra, nuevas economías emergentes quieren también disfrutar del sol español. El caso más visible es el de los ciudadanos rusos.

Junto a británicos y noruegos son los extranjeros que más viviendas de la Comunidad Valenciana compran, y son los rusos los que han registrado un mayor incremento en los últimos dos años.

Según la Generalitat Valenciana, los británicos compraron 2.286 viviendas en la comunidad en 2012, seguidos por los rusos con 2.016 –el doble que en 2010– y los noruegos, con 1.467.

Los rusos lideran la inversión en productos inmobiliarios, con 877 millones de euros en los últimos tres años, frente a 843 millones gastados por los británicos. Por provincias, Alicante es la que mayor número de compradores rusos atrae. Desde 2010, 4.126 ciudadanos de Rusia han adquirido un inmueble en la provincia de Alicante; 230 en la de Valencia y 141 en la de Castellón.

Por municipios, Torrevieja es donde se registra un mayor número de ventas, 1.327 viviendas, seguido por Orihuela con 483, Calp, 305, Guardamar del Segura, 255, Alicante, 247 y Benidorm 229.

El perfil del comprador ruso es muy variado. Desde el inversor, al que busca una segunda residencia para pasar las vacaciones, pasando por quien sigue trabajando en Rusia o en países de la antigua Unión Soviética y prefiere que su familia goce de servicios europeos.

El director general de Obras Públicas, Proyectos Urbanos y Vivienda, Vicente Dómine, celebra los datos y asegura que la Comunitat Valenciana quiere de ser tierra de acogida para todos los ciudadanos europeos. En su opinión, la Comunidad es "una tierra excelente para inversiones inmobiliarias". En eso están de acuerdo los rusos.

Según datos del Banco de España, la inversión de los ciudadanos extranjeros en viviendas de España en 2012 se elevó un 17% –5.540 millones de euros– y llegó a la mayor cifra desde 2004. No obstante, el desembolso se mantiene aún lejos de la cifra que alcanzaba en 2003, cuando superaba los 7.000 millones.