El presidente de Caja de Burgos, José María Leal, y el alcalde de la capital burgalesa, Javier Lacalle, han suscrito este martes en la Casa del Cordón un convenio de colaboración para la instalación de una cubierta en el Monasterio de San Juan de la ciudad, al que la entidad ha destinado 60.500 euros.

En virtud de esta firma, Caja de Burgos se compromete a financiar la redacción del proyecto para la cubrimiento del histórico inmueble, mientras que el Ayuntamiento burgalés se encargará de obtener las preceptivas autorizaciones administrativas, de la selección y el encargo de las obras a desarrollar, así como la contratación y abono de los trabajos para ejecutarlo y realizar el seguimiento de los mismos.

Asimismo, el Consistorio se compromete a ceder el monasterio a Caja de Burgos para la realización de un máximo de tres actos culturales al año, durante las tres anualidades siguientes a la entrada en funcionamiento de la nueva dotación cultural.

"Es una actuación muy importante y relevante para la ciudad"; ha aseverado Lacalle en declaraciones recogidas por Europa Press, antes de recordar que la ejecución del proyecto se financiará a través de los fondos europeos del Plan Urban.

El proyecto, con un presupuesto cercano a 1,5 millones de euros, consiste en la instalación de una cubierta reversible sobre las antiguas ruinas de la iglesia de San Juan, en los actuales accesos al monasterio.

La cubierta, que será ligera y combinará varios materiales para permitir la entrada de luz al recinto, se instalará en 2014 en un plazo aproximado de entre seis y ocho meses y permitirá la generación de cerca de 30 puestos de trabajo.

La intención del Ayuntamiento de Burgos, que cuenta con el visto inicial de la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Cultura, como propietario del edificio, es poder dotar al centro histórico de la ciudad de un nuevo contenedor cultural que permita el desarrollo de actividades de diversa índole durante la mayor parte del año.

Sin embargo, la cubierta no supondrá la creación de un compartimiento estanco, ni se sustentará sobre los muros de las ruinas, por lo que el proyecto no se percibe como una dotación útil para los meses invernales, dada la climatología propia de la capital burgalesa.

Con este convenio de colaboración, Caja de Burgos continúa con su apoyo a la protección del patrimonio cultural, que en la actualidad se traduce en diferentes inversiones para la recuperación de espacios burgaleses en el Monasterio de San Juan de Ortega, el entorno de la Sierra de Atapuerca, el Castillo de Castrojeriz y la rehabilitación de parte de la Catedral de Santa María, a la que desde 1997 ha destinado más de 5 millones de euros en labores de restauración.