La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha asegurado que Bruselas no ha hecho a España una recomendación oficial para que implante el contrato único, del que ha reiterado que no tiene cabida en la Constitución española. Báñez ha valorado así el que el comisario de Empleo de la UE, Laszlo Andor, dijera que su implantación podría ser una posibilidad para reducir el alto desempleo español.

En declaraciones a la prensa antes de participar en un desayuno informativo del presidente de la CEOE, Juan Rosell, Báñez ha destacado que la declaración del comisario solo es una "reflexión".

Según ha recordado la ministra, en la reforma laboral se ha apostado por otros contratos que han permitido aumentar la competitividad de la economía española y han supuesto una moderación salarial. Al respecto, ha resaltado que esos contratos han permitido que la temporalidad haya bajado tres puntos.

Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho este martes que el Eurogrupo ha dado un "espaldarazo" al plan de reformas aprobado por el Gobierno el pasado 26 de abril y ha reconocido que España redujo "de una forma muy notable" sus desequilibrios económicos en 2012.

Guindos ha descartado que Bruselas vaya a pedir a España poner en marcha nuevas reformas distintas a las que ya ha anunciado el Gobierno. Y ha rechazado modificar la reforma laboral para incluir el contrato único con indemnización creciente tal y como ha sugerido el comisario de Empleo, László Andor.

"El Gobierno escucha siempre todas las recomendaciones que le hace la Comisión Europea, pero está satisfecho con lo que está siendo su reforma laboral", ha indicado Guindos al ser preguntado por si se plantea aplicar el contrato único. "Como dijo ayer el presidente del Gobierno, ni para un lado ni para otro se van a hacer modificaciones en este momento", ha agregado.

En su opinión, los efectos de la reforma en la creación de empleo se verán cuando "haya un inicio de recuperación económica". "El umbral a partir del cual la economía española empieza a crear empleo se ha reducido notablemente como consecuencia de la reforma laboral", ha indicado.

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha dicho por su parte que la propuesta de Bruselas "no es una ocurrencia", aunque ha pedido más datos para poder valorarla en profundidad, porque supone cambiar la legislación española de un "golpe". Según el líder de los empresarios hay que conocer la propuesta de la Comisión Europea en "toda su dimensión".

Al respecto, Rosell ha pedido conocer si en el país del comisario existe, qué hay detrás de la medida, porque, tal y como ha recordado, el contrato único no existe ni en Francia ni en Italia. Según ha explicado, en España hay 41 modalidades de contratación, pero sólo se utilizan "7 u 8", por lo que ha apostado por su reducción, aunque ha reconocido que está "todo bastante hecho y bastante encauzado" sabemos cuales son los resultados.

No obstante, ha dicho que la propuesta es bastante "atrevida", en una economía con unos sectores industrial y de servicios en los que no se puede tener sólo un tipo de contrato. También ha añadido que el planteamiento de la Comisión Europea es "muy teórico", del que hay que conocer su memoria económica.

Por otro lado, ha instado a mejorar las estadísticas de paro, haciendo distinciones y clasificaciones similares a las de otros países porque, a su juicio, no tiene sentido que las dos formas de medir el paro en España —la Encuesta de Población Activa (EPA) y el desempleo registrado en los servicios públicos de empleo— arrojen una diferencia de un millón de desempleados.

"Me fío más (de los datos del Ministerio de Empleo), no porque el INE lo haga mal, pero el propio INE reconoce que la encuesta es mejorable y que los datos no son infalibles", ha dicho Rosell. El dirigente empresarial ha señalado que, a diferencia de otros países, en España las prejubilaciones se contabilizan en las estadísticas del paro y que, si se excluyeran, habría 300.000 personas menos en los registros.