El Ayuntamiento de Burgos ha cerrado sus puertas este viernes durante más de una hora para evitar la entrada de una manifestación de policías locales que, de paisano, querían acceder al interior consistorial donde se celebrara una sesión plenaria.

Según ha explicado el portavoz de los agentes, Jesús del Álamo, existía una "orden política" que ha prohibido la entrada al Salón de Plenos a todos los miembros del Cuerpo que, finalmente, ha motivado el cierre de las dependencias municipales.

"No es cierto que hayamos coaccionado a nadie, que hayamos empujado a nadie", ha aseverado Del Álamo en declaraciones recogidas por Europa Press, antes de añadir que "nunca hemos hecho más que reivindicar nuestras condiciones laborales".

En un comunicado distribuido a los medios de comunicación, los policías burgaleses han calificado de "demagogia" las informaciones vertidas por los concejales de Seguridad Ciudadana y Personal, Salvador de Foronda y Carolina Blasco, respectivamente, en relación a las negociaciones mantenidas con los policías.

Asimismo, han acusado a Blasco de imponer la "ley del látigo" con el colectivo en la modificación de sus calendarios laborales en abril y han recordado que en 2012 el Ayuntamiento de Burgos eliminó la posibilidad de compensación exclusivamente económica de los servicios extraordinarios, incentivándose la compensación en tiempo y estableciéndose una fórmula mixta de ahorro.

Finalmente, han señalado que el "capricho" de Blasco compromete "muy seriamente" la organización de eventos municipales puesto que, al sentirse engañados, "no obtendrá la colaboración voluntaria, como siempre ha sucedido, porque pedir colaboración para cubrir eventos, habiendo atropellado al colectivo, es simplemente desvergonzado".