Los indigentes han roto los cristales, han forzado las puertas y han entrado con colchones, mantas, comida y hasta perros. «¿Cómo vamos a permitir que los niños entren a usar los vestuarios?», denuncia Francisco García, de la junta rectora. Los niños no tienen ni agua. Han destrozado las tuberías y robado los grifos de las pistas de deporte y del resto del edificio.

El cerramiento no llega

La empresa de limpieza de mantenimiento no puede ni entrar porque topa con los «inquilinos». Y la Policía «ni caso, o no viene o cuando lo hace no los echan», comenta García. Reclaman al Instituto de Deportes el cerramiento prometido hace meses.

El problema está en que la cercanía de la estación Plaza de Armas atrae a muchos a refugiarse allí. El Ayuntamiento dice que ya ha probado métodos (cambio de cerradura...), pero sin éxito.  Asegura a 20 minutos que desde hoy habrá vigilancia. El IMD pondrá seguridad privada por la tarde y Gobernación incluirá la zona en la ruta nocturna de la Policía Local.

La junta rectora seguirá adelante con su decisión hasta no ver resultados y exige la desinfección del recinto para que pueda volver a usarse.

Y son las únicas pistas del centro

Una vez suspendidas las actividades, los niños se quedan sin pistas municipales en el centro de la ciudad. Esta carencia conlleva que muchos chicos, sobre todo los pequeños, no participen en actividades municipales. Algunos padres no pueden desplazarse para llevarlos, explican en Arjona. Hay tres centros previstos, pero no llegan. El de Crédito es una piscina. Y San Luis y Mendigorría aún están en obras.