Guardia Civil arresta a alrededor de un centenar de personas al año por el robo de cable de cobre

Destacan el elevado precio del cobre en el mercado o la crisis como causas de que se efectúen estos delitos
Operación De La Guardia Civil Contra El Robo De Cobre
Operación De La Guardia Civil Contra El Robo De Cobre
GUARDIA CIVIL
Operación De La Guardia Civil Contra El Robo De Cobre

La Guardia Civil detiene a alrededor de un centenar de personas por el robo de cable de cobre al año, enmarcado como delito contra el patrimonio, por el que al detenido se le puede imputar por un delito de robo con fuerza, por un delito de hurto y daños o un delito de receptación —por adquirir con ánimo de lucro algún efecto del que se tiene constancia que es sustraído—.

Fuentes de la Benemérita y Delegación del Gobierno han explicado a Europa Press que los detenidos suelen ser grupos de entre dos y cuatro personas, que buscan todo tipo de materiales metálicos para su comercialización en establecimientos de receptación, por lo que no se ha detectado grandes bandas organizadas en el robo de este material en la Región de Murcia.

El problema añadido de este tipo de delitos, han manifestado las mismas fuentes, es el daño que suelen causar en las instalaciones en las que roban el cobre, principalmente, en obras de construcción, tendidos de red eléctrica, sobre todo de iluminación, así como en la red ferroviaria o red telefónica.

También en los transformadores de los pozos de extracción de agua, que llevan cobre, en las explotaciones agrícolas y en las canteras.

La causa de que se efectúen ahora este tipo de delitos, han explicado, es que el cobre tiene un elevado precio en el mercado como materia prima.

Otro factor es la crisis, pues algunos "lo están tomando con modo de vida", y tercero porque al llevarse a cabo en zonas de grandes extensiones de terreno o lugares con poca afluencia de gente, hay menos medidas de seguridad y resultan más difíciles de detectar este tipo de delitos.

La última operación de la Guardia Civil fue a principios de abril cuando desarrolló dos investigaciones orientadas a esclarecer la sustracción de cableado de cobre en una subestación eléctrica de Cartagena y en el alumbrado público de Los Nietos, Mar de Cristal, Islas Menores y Los Urrutias, término municipal de Cartagena.

Dichas actuaciones culminaron con la detención de seis personas como presuntos autores de esta tipología delictiva, además de la

recuperación de 160 kilogramos de cable de cobre que había sido

sustraído de la instalación del alumbrado público de las cuatro pedanías.

Mayor operación en 2011

Aunque la más sonada fue la operación 'Molino', por la que la Guardia Civil detuvo en 2011 a un total de 12 personas e imputado a otras 12 en diferentes localidades de la Región, al desmantelar el mayor punto de tráfico ilegal de cobre, todo ello a raíz de las detenciones que se realizaron por el incendio de Calasparra.

Las actuaciones se iniciaron cuando la Guardia Civil detuvo a los dos presuntos autores de los incendios forestales de la Sierra del Molino, que calcinó casi 600 hectáreas dentro de los términos municipales de Calasparra y Cieza (Murcia), y de la Sierra del Puerto, que afectó a unos 5.000 metros cuadrados en la primera de dichas poblaciones.

De las investigaciones se concluyó que el fuego había sido provocado intencionadamente con el objetivo de distraer la atención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, con ello, poder perpetrar con mayor impunidad el robo de material de cobre.

La operación se saldó con el esclarecimiento de un total de 68 delitos de robo, muchos de los cuales, por su lugar de comisión o por la envergadura del material sustraído, habían generado gran alarma social entre la población.

Los robos tuvieron lugar en espacios tan variados como explotaciones agrícolas y ganaderas, casas de campo, viviendas en construcción, polígonos industriales y vías de comunicación de los términos municipales de Murcia, Cartagena, Torre Pacheco, Moratalla, Calasparra, Alhama, Librilla, San Javier, La Unión, Lorquí, Mula, Ceutí, Las Torres de Cotillas y Fuente Álamo.

En la operación 'Molino', que se prolongó durante ocho meses, intervinieron más de 50 agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil de Murcia Y Alicante. Además, colaboraron diversas instituciones de varias administraciones, como la Policía Local de Calasparra y el Centro de Coordinación de Emergencias de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

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